San Pietro in Vincoli en Roma, el lugar que custodia las Cadenas de San Pedro
En nuestro recorrido por la “la ciudad eterna”, la monumental Roma, vamos a hacer un alto por uno de sus templos más llamativos y que levantan más expectación, se trata nada menos, que de la imponente Basílica de San Pietro in Vincoli, o en su traducción al español, San Pedro Encadenado. Muy conocida por ser el lugar donde se custodia las “Cadenas de San Pedro y el Moisés de Miguel Ángel”.
Esta magnífica basílica cuenta además de los tesoros mencionados anteriormente, con una hermosa decoración y con otras obras de arte dignas de destacar, y que merecen nuestra admiración. Por ello, te proponemos a continuación recorrer con nosotros el bello templo de San Pietro in Vincoli en Roma.
Historia de la Basílica San Pietro in Vincoli
La Basílica San Pietro in Vincoli fue construida en el siglo V para albergar las cadenas con las que había estado preso el Apóstol Pedro en Jerusalén.
Cuenta la leyenda que estas cadenas fueron un regalo de la emperatriz Eudoxia, esposa del emperador romano de Occidente Valentiniano III al Papa León I. El Papa se las llevó a Roma para compararlas con otras que había en la cárcel Mamertina, con las que el apóstol también fue encadenado. Prosigue la leyenda explicando que cuando juntaron ambas cadenas, estas se unieron milagrosamente.
Estas “famosas cadenas” se hallan hoy en día en un relicario bajo el Altar mayor del templo.
Aunque la basílica data del siglo V, sufrió importantes reformas posteriores, especialmente la llevada a cabo por el Papa Julio II en el siglo XV y XVI. También la que se realizó en el siglo XV, con la construcción de su espléndido pórtico, cuya obra ha sido atribuida a Baccio Pontelli.
El templo cuenta con dos naves y tres ábsides. El techo de la nave central está pintado con frescos de Giovanni Battista Parodi del siglo XVIII, uno de ellos representa precisamente la escena del milagro de las cadenas. Otras obras de arte a destacar es la tumba de Nicolás de Cusa, realizada por el arquitecto y escultor, Andrea Bregno, en el siglo XV. También las dos pinturas del maestro Guercino del siglo XVII, denominadas Santa Augustina y Santa Margarita, respectivamente.
El Moisés de Miguel Ángel
La colosal escultura de Moisés fue realizada por el gran Miguel Ángel para presidir la tumba del Papa Julio II, en el siglo XVI. En un principio la tumba iba a instalarse en la Basílica de San Pedro, pero finalmente se decidió que ocupara este lugar de la Basílica de San Pietro, de la que la propia familia del Papa era mecenas.
La escultura destaca por la belleza y perfección de su realización, además del gran realismo de su personaje, que parece que cobra vida, toda una gran obra de arte sin precedentes.
La escultura, que mide 2,35 metros, está construida en mármol blanco, Moisés se encuentra sentado y sobre su cabeza se hallan unos cuernos, elementos que desconcierta a los más estudiosos y para los que existen varias teorías. Al lado de Moisés se sitúan las dos esposas de Jacob, a la derecha Raquel, mirando hacia el cielo, y la izquierda Leah, que fija su mirada hacia la tierra.
Imágenes cortesía de Gabri Solera, Maros M r a z, Mac9 y Alfredo Estévez.