Precauciones en los parques nacionales
Los guardabosques de los parques nacionales suelen pensar que los viajeros ocasionales son una verdadera lata. Cada año tienen que lidiar con cientos de turistas que no tienen claro qué hacer o cómo actuar cuando pasean por estos entornos naturales. No es raro que deban atender muchos casos de deshidratación, insolación o migraña.
En los peores casos, también deben enfrentar situaciones más graves como caídas a los precipicios o hasta un incendio forestal de enormes proporciones, cortesía de algún viajero que no sabe cómo apagar un cigarrillo.
Hay una información básica que debes conocer antes de visitar un parque natural.
Vestido y calzado
Debes vestirte según el clima de la zona y las actividades que vayas a realizar. Esto lo saben muy bien los deportistas, pero puede que se te escape a ti si no estás familiarizado con los “planes naturales”. Las prendas térmicas y de algodón son las más apropiadas. Las primeras porque son funcionales y te hacen un buen aporte en calor o frío. Las segundas porque en caso de que llueva se secarán más fácilmente. Y en caso de que haga mucho calor, facilitará la transpiración.
El mejor calzado para terreno abierto es aquel que sea resistente y liviano. Debe tener una suela con buen agarre. Puedes estar seguro de que tus zapatos llegan a determinar más de la mitad de de tu bienestar.
Agua. Mucha agua
Debes llevar suficiente provisión de agua cuando visites un parque nacional. Seguramente tendrás que caminar bastante, por terrenos que a veces no son nada hospitalarios. El gasto de energía puede ser muy alto. Por eso es importante cuidar la hidratación del cuerpo. A veces la falta de líquido no es tan evidente. Puedes sentirte bien incluso y, al mismo tiempo, estar exponiendo tu organismo a una condición difícil. Tomar agua constantemente es una medida preventiva sobretodo. Que tengas líquido a la mano es una de las principales medidas de seguridad que debes tomar.
No tomes riesgos innecesarios
Puede que a ti te parezca un río nada intimidante. Pero si no lo conoces y además no eres un diestro nadador de río, mejor no experimentes. Tampoco intentes indagar por el sabor de un fruto raro, ni de explorar las reacciones de algún animal del que apenas sabes el nombre. Y no te expongas a emprender un largo y tortuoso recorrido, por un terreno poco familiar, si no estás seguro de lo que estás haciendo.
Este tipo de actitudes pueden tener graves consecuencias, aunque parezcan inofensivas a primera vista. En todos los parques nacionales del mundo hay un buen número de accidentes por imprudencia de los visitantes. No agrandes la estadística.
No te salgas del camino y cuida el fuego
Casi todos los parques nacionales tienen demarcado algún sendero en el que hay avisos, mapas y suficiente información. Algunos se sienten tentados a salirse del camino para tomar una mejor fotografía o simplemente por curiosidad. No es raro que eso te lleve hacia terrenos resbaladizos o peligrosos en algún sentido. Mejor conserva el trazo que se te está indicando.
Debes tener mucha precaución con todos los elementos que hacen fuego. Los encendedores, cigarrillos o cualquier material combustible pueden causar una verdadera tragedia en los parques naturales. Si usas alguno de esos elementos, toma más precauciones de lo usual. Asegúrate de que no quede ningún resto peligroso. Particularmente, todo fuego debe quedar apagado, por mínimo que sea.