Más de Marte en la Tierra: Tolar Grande en Argentina

Más de Marte en la Tierra: Tolar Grande en Argentina

Última actualización: 26 enero, 2015

Habíamos hablado en un artículo anterior sobre el desierto de Wadi Rum en Jordania, y su similitud con la superficie del planeta rojo, Marte. Parecido que lo convirtió en la locación elegida para protagonizar la película Red Planet. Tolar Grande es otro sitio que también sufre de un complejo de paisaje marciano, sin embargo, este no tiene la suerte de ser tan popular.

Se trata de una localidad a 3508 metros sobre el nivel del mar en la provincia de Salta, al norte de la Argentina. Es un destino que debido a su rebuscada ubicación en el altiplano argentino no es muy visitado, sin embargo, no es por nada que sus privilegiados visitantes lo describan como “un viaje a un paisaje de otro planeta”.

Hablar de Tolar Grande es hablar de un destino recluido y aislado, de un panorama que deja sin aliento, y de desiertos salados y lagunas saladas.

El único poblado del territorio es el pueblo de Tolar Grande. Tan solo tiene 120 habitantes, y está ubicada a las orillas de las vías del ferrocarril, el medio más eficaz para llegar. Tiene un encanto acogedor y hogareño. Es recomendable hospedarse en el “Refugio Franco Argentino” (Alojamiento Municipal) por su buen servicio y hermosas instalaciones.

El clima en esta región es el del típico altiplano (la altura promedio es de 4000 metros sobre el nivel del mar). Temperaturas con variaciones pronunciadas entre frío y templado, y sin embargo con el sol radiante y fuerte la mayor parte del año. Hay de por si poca vegetación, y conforme se sube gradualmente desaparece por completo, pese a ello se pueden ver mucha actividad causada por flamencos, vicuñas, llamas y zorros que se pueden divisar.

Las lagunas, rocas y volcanes de Tolar Grande

Hay dos tipos de cuerpos de agua en el Tolar Grande. Los más interesantes se caracterizan por ser fluidos estanques salados donde se pueden apreciar bacterias prehistorias que, sorprendentemente, han logrado adaptarse, y los otros, son manantiales de agua dulce perfecta para beber.

Los ojos de mar, están a 4 kilómetros del pueblo (más o menos una hora a pie), son estanques pequeños pero de mucha profundidad junto en medio del árido panorama. Estos son el hogar desde hace millones de años de cianobacterias y otros organismos unicelulares. Contrario a los ojos de mar, la Laguna Santa María es de agua dulce y se encuentra a 65 Km de distancia del pueblo (dos horas en Vehículo), justo al pie del volcán Incahuasi cerca del límite con Chile. Aquí durante la mañana se pueden observar los llamingos y una diversidad de especies.

Entre las formaciones de roca más interesantes se puede destacar El Arenal y El Cono de Arita. El Arenal es un popular sitio para iniciar una caminata de altura, en dirección a los miradores. A sólo 2 kilómetros del pueblo, que se pueden recorrer en vehículo o a pie, más otro kilómetro de subida, que no hay otra opción más que recorrerla a pie. Este el punto con la vista más privilegiada para ver todo el territorio de Tolar Grande.  El Cono de Arita, a 75 kilómetros de distancia es especial para los pobladores, tiene un carácter sagrado. No se le permite a nadie subir, y es un impresionante monte en forma de cono.

Definitivamente, para poder disfrutar de todas estas maravillas naturales hay que pagar un precio, y no me refiero a uno económico precisamente, más bien la verdadera odisea que resulta llegar hasta Tolar Grande en Argentina. Estando a 387 kilómetros de la ciudad de Salta, la capital provincial, y debido a su aislada ubicación, no hay forma fácil de acceder. Se necesita sobre todo tiempo y paciencia. Cuando finalmente se logra llegar, te das cuenta que es necesario mantenerlo alejado del resto del mundo, para conservar esa mística única en el planeta.

Imágenes cortesía de Kevin Jonesy Alejandro Cañizares.