La Quebrada del Cóndor, donde observar el soberbio vuelo de estas aves

La Quebrada del Cóndor, donde observar el soberbio vuelo de estas aves

Última actualización: 23 enero, 2015

La Rioja es una provincia de Argentina que limita con la Cordillera de los Andes, y posee uno de los mejores lugares para el avistamiento de los cóndores, un ave típica de la región andina.


La Rioja, en el noroeste del país, es una provincia muchas montañas y poca vegetación, con una agricultura dedicados que se en los olivos y viñedos.

Allí, se encuentra la Reserva Natural Quebrada del Cóndor, un sitio especialmente adecuado para avistar cóndores.

Reserva Natural Quebrada del Cóndor

El cóndor es el ave más grande de América, y una de las más grandes del mundo. Se trata de un ave carroñera que puede vivir más de 50 años.

La Reserva Natural Quebrada del Cóndor es un lugar excelente para contemplar estas aves en toda su majestuosidad. Ubicada en la Sierra de los Quinteros, sobre las montañas, el sitio se ubica por encima de los dormideros de las aves, en un punto con una notable panorámica para admirar el vuelo de las aves.

La excursión por la Quebrada del Cóndor los llevará por un camino zigzagueante que va trepando lentamente por los cerros. En cada recodo del camino se ven nuevos paisajes, y poco a poco la vegetación de las partes más bajas va cediendo paso a las rocas, cada vez de mayor tamaño.

Los guías brindan información sobre la zona, su flora y fauna, y sobre su riqueza histórico-cultural, especialmente patente en las pinturas rupestres estampadas sobre las rocas.

El majestuoso vuelo del cóndor

El majestuoso vuelo del cóndor

En el tramo final de la excursión se dejan los caballos y se continúa a pie. Así, hasta llegar a este promontorio llamado Mirador de los Cóndores, una meseta rocosa que sobresale en forma de acantilado y está a 1.800 metros de altitud. Allí arriba se tienen las mejores vistas panorámicas y se puede apreciar de forma notable el vuelo de estos reyes de las alturas.

Los cóndores tienen un plumaje brillante color negro (con plumas blancas en las alas y el cuello), lo que los hace muy fáciles de identificar. Ofrecen un espectáculo magnífico, se pueden llegar a reunir hasta 40 ejemplares volando en círculos o lanzándose en picada por el acantilado con sus enromes alas extendidas. También se los puede apreciar escondidos entre las grietas de las paredes rocosas, en sus nidos.

Argentina, La Rioja y La Quebrada del Cóndor, los esperan para vivir esta pequeña aventura, visualmente espectacular y también muy emocionante.

Imágenes cortesía de edenpictures y de Greg Hewgill.