La ciudad de Sewell: el Pueblo Minero en los Andes Chilenos

La ciudad de Sewell: el Pueblo Minero en los Andes Chilenos

Última actualización: 24 marzo, 2022

La ciudad de Sewell, se encuentra a 150 kilómetros de Santiago, en la región del Libertador Bernardo O’Higgins, en la comuna de Machalí, Chile. Comenzó como un pequeño campamento minero en los Andes, y se convirtió para el año de 1915 en una ciudad que ofrecía todos los servicios básicos.

Alzada a 2.200 metros sobre el nivel del mar, la ciudad de Sewell, con una superficie 175.000 metros cuadrados, dio vida a una de las empresas más importantes de Chile, la explotación industrial de la división de “El Teniente”, la mina subterránea de cobre más grande del mundo con: 2.300 kilómetros de galerías, 14 niveles comunicados por carreteras subterráneas y dos gigantescos ascensores para 350 personas. Fue un complejo habitacional para todos los trabajadores, llegando a estar habitada hasta por 15.000 personas durante la década de los sesentas.

La historia de la ciudad de Sewell

La historia de la ciudad de Sewell empieza en 1905, cuando es concedido el permiso para la explotación minera a la empresa estadounidense Braden Copper Company. El visionario ingeniero William Braden comenzó a construir un básico campamento. Los trabajadores de la zona empezaron a abandonar el campo para unirse a las filas de la creciente mina. Para el año 1915, toma el nombre de la ciudad de Sewell y se empiezan a ver grandes edificaciones destinadas a la vivienda y la recreación sobre el lomo del llamado Cerro Negro. Todo financiado por capitales privados.

Para la década de los años veinte, la ciudad contaba con una gran complejidad social y urbana. Su población, compuesta por estadounidenses y chilenos, disfruto de una intensa vida cultural y recreativa. Se fomentó la educación y la constante capacitación de los obreros.

Para la década de los setentas, como parte del movimiento de la nacionalización del cobre en Chile, el estado compró la Braden Copper Company y reubicó a los obreros, dejando la ciudad parcialmente abandonada. Más tarde en la década de los ochentas fue demolido un 50% de las contracciones y la ciudad quedó en el olvido. No fue hasta la década de los noventas que se comenzó la restauración y preservación de la ciudad de Sewell, para rescatar el gran legado de la ciudad. Finalmente, fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en el año 2006.

Patrimonio de la Humanidad

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La ciudad de Sewell, es llamada “La ciudad de las Escaleras”. Puesto que se encuentra en la ladera de una montaña, sus calles están a desnivel y conectadas por muchas escaleras.

La ciudad de Sewell no permite la visita de vehículos particulares, por lo que se tiene que tomar un servicio turístico que te lleve. Una vez ahí, puedes ver uno de los 50 edificios originales que aún se conservan en la ciudad, tanto  industriales como los complejos habitacionales de los obreros de la mina.

La escalera central, que parte de la estación del ferrocarril y distribuye los edificios que queda en pie. La Capilla contraída en 1927, que en un principio era protestante y posteriormente católica, y el gran hospital que data de 1919, que llegó a ser el más moderno de Chile; son dos sitios imperdibles en el recorrido de la ciudad. El centro cívico, donde se albergaba la policía de la ciudad, el registro civil y el juzgado, y la escuela industrial son parte importante de su legado y nos dan una idea de cómo era habitar en esta ciudad.

En la actualidad, la ciudad de Sewell es un vestigio de una antigua era en la industria minera de Chile, pero sobre todo es prueba del avance técnico y cultural que ha tenido esta importante industria en el continente americano.

Imágenes cortesía de Jorge Felipe Gonzalez.