La ciudad de Roubaix y la Piscina Museo en Francia
Francia es un país lleno de bellas ciudades y de lugares enigmáticos, cada uno brilla con luz propia y tienen un encanto especial. París y la Torre Eiffel, son el lugar más visitado del mundo. Lyon, Marsella, Burdeos y Cannes entre otras, son ciudades muy visitadas que reciben multitud de turistas cada año.
En esta ocasión vamos a realizar una visita a la ciudad de Roubaix y sobre todo a su peculiar Piscina Museo. Aunque la ciudad nos ofrece una amplia oferta de posibilidades para hacer, como disfrutar de su patrimonio, recorrer sus bellos jardines o disfrutar haciendo unas compras. En 2011 la ciudad fue premiada en el Concours EDEN con el lema “Turismo y emplazamientos reconvertidos”.
La ciudad de Roubaix
La ciudad de Roubaix está situada cerca de la frontera con Bélgica y en la parte este de Lille. Es un municipio francés que pertenece al departamento de Nord. En el siglo XIX fue muy popular, debido a que fue una de las capitales mundiales del tejido. Su industria tenía tal magnitud, que debido a las numerosas fábricas, a esta bonita ciudad se la conocía como “la ciudad de las mil chimeneas”.
La plaza mayor de Roubaix está situada en pleno corazón histórico de la ciudad, allí encontramos el Ayuntamiento y la Iglesia de San Martín, una las primeras iglesias de estilo gótico que se construyeron en el norte de Francia. Otra importante Iglesia es la de San Joseph, una joya arquitectónica de finales del siglo XIX.
En cuanto a los lugares que nos recuerdan a su pasado como capital de la industria textil, podemos visitar la Condición Pública, un antiguo lugar donde se almacenaba lana y en la actualidad ha sido convertida en una fábrica cultural. La hilandería de algodón Motte-Bossut contiene los archivos nacionales del mundo del trabajo.
El Museo de los Flandes está dedicado a un taller textil, donde podremos contemplar las máquinas y aprender su funcionamiento.
La Piscina Museo
Pero el reclamo principal y por lo que es conocida la ciudad de Roubaix, es por su Piscina Museo. Se trata concretamente del Museo del Arte y la Industria y lo llamativo es que está situado en una antigua piscina. Está situado en un precioso edificio de estilo Art Decó construido en1932.
El Museo cuenta con distintas salas donde se exponen maravillosas colecciones de arte, de los siglos XIX y XX. La sala más impresionante es la de la antigua piscina, donde encontramos una espectacular galería de esculturas, adornos de agua, figuras de bañistas, etc.
La piscina tiene una longitud de 50 metros y gracias a sus grandes ventanales, entra la luz del sol, que simbolizan la salida y la puesta de sol. Cuando solamente se usaba como piscina, disponía de duchas y baños públicos.
Como nota agradable diremos que el museo dispone de un recorrido, diseñado especialmente para invidentes, entre las actividades que realizan para este tipo de personas, son las de tocar obras textiles o degustar platos comida, inspirados en las distintas obras de arte expuestas.