La bella ciudad de Clermont-Ferrand en Francia, mucho más que la ciudad de Michelin
La bella ciudad de Clermont-Ferrand se encuentra en la región de Auvernia en el centro de Francia. Ocupa la meseta central, cuyo suelo está compuesto principalmente de roca volcánica o basáltica. Esta característica va a influir notablemente en la ciudad y sus principales monumentos, pues estos se van a construir con este tipo de roca, que además les va a conferir los singulares colores grises y oscuros típicos de todo su conjunto monumental y que tanto impactan al viajero.
Clermont-Ferrand destaca además por ser la sede de la conocida marca de neumáticos Michelin, de ahí también su importancia económica y comercial en la región. Pero la Clermon-Ferrand es mucho más que la “ciudad de Michelin”, es una importante localidad que brilla por su historia y legado, que como su propio nombre indica, se formó por la unión en su día de dos municipios, aportando en este sentido su doble riqueza monumental, así como un doble centro histórico.
Historia del Clermon-Ferrand
La ciudad del Clermon-Ferrand nace como unión de las dos localidades en el siglo XVII, Clermon y Montferrand, mediante el edicto de Troyes. Esta unión fue ratificada así mismo, por Luis XV en el siglo XVIII. Aunque Montferrand intentará por tres ocasiones independizarse de Clermon durante los siglos XVIII y XIX, estas demandas no tuvieron éxito.
En el siglo XX gracias a la actividad de la empresa Michelin, con la creación de fábricas, casas para sus empleados, escuelas, estadios, etc., las dos ciudades quedarán reunificadas físicamente por fin, aunque conservarán algunos aspectos urbanos diferenciados de su propia identidad.
Lugares de interés de Clermon-Ferrand
Del conjunto monumental de esta ciudad, te indicamos a continuación algunos lugares que no puedes perderte.
La catedral de Nuestra Sra. De la Asunción de Clermont de estilo gótico, fue construida en el siglo XIII, llama en especial la atención su color gris oscuro, al ser construida con piedra volcánica de Volvic. Los rosetones de la portada norte y sur fueron construidos en el siglo XIV. Durante la Revolución francesa la catedral sufrió graves daños y muchos elementos fueron destruidos. En el siglo XIX se terminó los trabajos de restauración llevado a cabo en el edificio. Sus dos torres son hoy símbolo de la ciudad.
La basílica romana de Nuestra Sra. Del Puerto fue construida en el siglo VI y aunque fue destruida, se volvió a reconstruir en el siglo XII. Forma parte del Camino de Santiago y tiene la calificación de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los dos centros históricos de Clermont y Montferrand son dos lugares que debes visitar, aunque cada uno de ellos conserva sus singulares características, ambos conjuntos enriquecen aún más el bello patrimonio de la ciudad.
La fuente d´Amboise debe su nombre al obispo que la construyó en el siglo XVI, es un monumento renacentista muy bello esculpido en piedra volcánica. La fuente esta coronada por una escultura de Hércules.
Otros lugares interesantes para visitar son la plaza de Jaude, el Museo de Arte Roger-Quilliot, el Museo Henri-Lecoq que contiene dos inventos de Pascal y el Museo de Arqueología Bargoin.
