El Monte Roraima y el fabuloso paisaje de los tepuyes

El Monte Roraima y el fabuloso paisaje de los tepuyes

Última actualización: 26 enero, 2015

El Monte Roraima surge como una figura fantasmal entre las brumas de la selva de Venezuela. Se podría pensar que esta mole de piedra forma parte de un filme de ciencia ficción, pero es real.

El Monte Roraima

El Monte Roraima es el punto más famoso del Parque Nacional Canaima. Este parque está situado en el estado de Bolívar, en el sur de Venezuela, posee una extensión de cerca de 30.000 kilómetros cuadrados, y es uno de los parques nacionales más grandes del mundo. Su paisaje está salpicado por llamativas formaciones geológicas llamadas tepuy, peculiares montañas tabulares típicas de la región.  El Monte Roraima es el más impactante de estos tepuy, las montañas más antiguas que se conocen, algunas con dos mil millones de años de antigüedad.

Su forma es la de una gran cumbre aplanada y es casi inaccesible. Para llegar hasta su cima hay que escalar paredes verticales de 400 metros de altura. El Monte Roraima siempre ha tenido un significado mágico para el Pueblo Pemón, el más numeroso de los pueblos indígenas de esa región, y ocupa un lugar muy importante dentro de sus mitos.

El parque Nacional de Canaima

En 1994 este fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Creado en el año 1962, el Parque Nacional Canaima ofrece un paisaje deslumbrante, con varias rarezas o maravillas de la naturaleza. Además de los mencionados tepuyes, se pueden ver en el parque: una playa junto a una laguna rojiza, ríos torrentosos, praderas, espesas junglas, hábitat marinos, humedales, islas…

El parque Nacional de Canaima

Es un sitio tan particular que la mayoría de los seres vivos han desarrollado adaptaciones especiales para poder sobrevivir allí. Se trata de un ecosistema único, en donde se pueden encontrar especies endémicas.

Los tepuyes

El Monte Roraima, es el tepuy más conocido, pero estas particulares mesetas de roca son numerosas y están dispersas por todo el parque. Sin embargo, los tepuys son poco accesibles, por sus características y porque están aislados unos de otros y dispersos por todo el parque. Prácticamente la única forma de contemplar estos formaciones es desde el aire. Esto se puede hacer en excursiones en avioneta o helicóptero que recorren los tepuys más espectaculares:

– Autana, el árbol de la vida, uno de los tepuys más verticales con 1.220 metros de altura y una enorme cueva en su interior con entradas a los dos lados de la montaña.

– Auyantepui, que en dialecto del pueblo Pemón quiere decir “Montaña del Diablo”, uno de los tepuys más grandes.

– Auyantepui Kukenan, situado en la Guayana venezolana, posee 2.680 metros de altura y cuenta con espectaculares cataratas.

– Sarisariñama. Ya cruzando la frontera, dentro del territorio de Brasil, se levanta el tepuy de Sarisariñama, cuyo nombre es el de un espíritu maligno que, según los mitos indígenas, vive en las cuevas de la montaña y devora carne humana.

Los tepuyes

Los tepuyes y El pueblo Pemón

El pueblo indígena Pemón, son los habitantes tradicionales de esta región de Venezuela. Hoy en día este grupo ronda las 20.000 personas. Para ellos los tepuyes tienen un gran simbolismo, según sus mitos son montañas sagradas y son considerados como los guardianes de la sabana.

Los tepuyes y Arthur Conan Doyle

Por otra parte, estas espectaculares montañas de paredes verticales y cimas planas inspiraron al escritor Arthur Conan Doyle para escribir su novela El mundo perdido, publicada en 1912, y en la que se recrea las cimas de los tepuyes como el lugar donde habitan dinosaurios.

Imágenes cortesía de Consultora TURIDEE, de Patricia Simmons y Claudia Salazar.