Cómo elegir el mejor bronceador
Se acercan las vacaciones de verano en muchos lugares del mundo y con ellas, también una exposición más alta a los rayos del Sol. Recibir la luz solar es altamente saludable porque fija el calcio y permite la asimilación de otros minerales en el cuerpo. Lo malo es que los rayos ultravioleta también pueden actuar de manera agresiva sobre nuestra piel y ocasionar problemas que van desde quemaduras hasta cáncer.
Lo que debes tomar en cuenta a la hora de elegir un bronceador no es el tono de piel que te garantiza, ni el aroma que te aporta. Hay factores mucho más importantes. Aquí te decimos cuáles.
El mejor bronceador
Lo que determina la eficiencia de un bronceador es el Factor de Protección Solar (FPS). Este representa el nivel de protección que ejerce sobre tu piel, frente a la radiación solar. En otras palabras, el FPS determina cuánto tiempo puedes exponerte al sol con el bronceador, sin que aparezcan síntomas como enrojecimiento.
El FPS incrementa la capacidad natural de la piel para resistir al efecto del sol. Viene tanto en los bronceadores, como en los bloqueadores solares. No tiene valores fijos, sino que depende de la intensidad de los rayos ultravioleta y del tono o la sensibilidad de la piel que se expone al Sol.
En las etiquetas de los bronceadores debe venir claramente especificado cuál es su Factor de Protección Solar, siempre acompañado por la sigla FPS o SPF. En la cara posterior del envase también debe haber una tabla o una leyenda explicativa sobre este factor. La clasificación viene de este modo: Baja, Moderada, Alta o Muy Alta. Esta escala está determinada por el grado de sensibilidad de la piel frente al sol.
También el FPS viene clasificado numéricamente, así: Bajo: FPS 2-4-6; Medio: FPS 8-10-12; Alto: FPS 15-20-25; Muy alto: FPS 30-40-50 y Ultra: 50+.
Los cuidados que debes tener
En verano el nivel de radiación UV es muy alto. En estos casos se recomienda que las personas con piel delicada utilicen productos con índices de protección de 50+ y no se expongan al sol por más de 20 minutos continuos. Las personas de piel oscura o más resistente deben usar protectores o bronceadores con un nivel de entre 30 y 50, y no exponerse a los rayos solares por más de 30 minutos seguidos.
Es muy importante que determines cuál es tu tipo de piel para poder elegir el bronceador adecuado. Si no estás seguro, entonces es mejor que elijas los de alta protección; quizás no consigas un tono dorado perfecto en la piel, pero te asegurarás de tener tu piel a salvo.
Lo mejor es aplicar el bronceador o el protector solar de manera abundante en todo el cuerpo, unos 30 minutos antes de exponerte al sol. Debes repetir esta operación cada dos horas y siempre que te bañes o entres en contacto con el agua en una piscina o en el mar. Debes contar también con una crema o una loción humectante para aplicártela en la noche, antes de acostarte. Eso revitalizará tu piel y la renovará.