La curiosa historia de Brasilia, el paradigma de ciudad planificada
Brasilia es la capital de la pujante República Federativa del Brasil. Lo es desde el año 1960, cuando los edificios de gobierno fueron traslados desde Río de Janeiro hasta allí. Y lo que tiene de especial esta ciudad es que es el ejemplo más vivo en el mundo de una ciudad planificada. En otras palabras, Brasilia fue diseñada y construida antes de que fuera habitada.
Los orígenes de Brasilia
Usualmente se asocia a Brasil con playas paradisíacas o con el Carnaval, cuando no, con la Selva Amazónica, todo eso es parte de ese “país continente”, que en su enorme diversidad también ofrece otras maravillas, como esta ciudad, símbolo de modernidad, que se salteó en su época todos los parámetros de la arquitectura tradicional.
Lo habitual es que el devenir histórico, las guerras, la política, el comercio, la de a una ciudad preeminencia por sobre sus vecinas, y con el tiempo esas ciudades se transforman en las capitales de las naciones – y de ese mismo modo, semi-caótico, van creciendo. Con Brasilia sucedió algo muy diferente. Se planificó toda la ciudad de antemano, cada lugar está donde está por una razón, por un motivo funcional o simbólico.
Inaugurada oficialmente en 1960, Brasilia fue diseñada por el urbanista brasileño Lucio Costa con la colaboración de Oscar Niemeyer – arquitecto que se encargó de los edificios más importantes de la ciudad – verdaderas obras futuristas para su tiempo.
Brasilia se encuentra en una región semidesértica, en la zona centro-sur de Brasil, ya que parte importante del proyecto era la idea de que la capital pasase a estar en el interior del país, y así se dejara a un lado la tan mentada asociación con la zona costera y las playas, con Río de Janeiro, en especial.
Edificios que se destacan
La ciudad, vista desde el aire tiene forma de cruz o forma de avión, posee calles muy anchas y edificios que aun resultan llamativamente modernos. Entre ellos se destacan los ubicados en la Plaza de los Tres Poderes. Allí, el Poder Ejecutivo, está representado por el Palacio de Planalto, lugar de trabajo del presidente de Brasil, el Poder Legislativo, por el Congreso Nacional, y el Judicial, representado por el Supremo Tribunal Federal, todas obras de Oscar Niemeyer.
La Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida, llamada también catedral de Brasilia también es obra de Niemeyer, y sobresale por su singular diseño basado en el concepto de hiperboloides de revolución; construida sobre una estructura de hormigón y con un techo de vidrio, esta catedral no deja indiferente a nadie…
Sin duda, que esta ciudad es una tentación para los profesionales y aficionados a la arquitectura, el diseño, la urbanística, y habrá quienes tengan una opinión favorable con respecto a Brasilia, y quienes no, pero no creo que nadie que esté interesado en el tema (o no) y tenga la oportunidad de viajar y ver estas construcciones de cerca, deje de hacerlo.
Por su planeamiento, sus características, por lo que es, en 1987, Brasilia pasó a ser la única ciudad construida durante el siglo XX que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.