Lograr buenas fotos durante tus viajes
Ya no estamos en los tiempos en que tenías que esperar a llegar para mandar revelar la película y saber, de una vez por todas, si las fotos de tu viaje habían quedado bien o no. Hoy en día puedes usar una cámara digital, que no requiere mayores conocimientos de fotografía y te permite visualizar inmediatamente lo que capturaste. De hecho, también puedes usar tu teléfono o un dispositivo móvil con el mismo propósito.
Y no solo eso. Actualmente también puedes compartir tus fotos, apenas pocos segundos después de haberlas tomado. Se ha vuelto costumbre que les participes de tus andanzas a la familia y los amigos, por medio de las redes sociales. Por eso debes asegurarte de tener unos criterios básicos a la hora de tomar tus fotografías. Te damos algunos consejos para que lo logres.
Asegúrate de emplear la distancia correcta
No te queda bien, por ejemplo, tomar la foto de un grupo de personas a gran distancia, para que se vea al fondo un paisaje que te interesa. Tampoco es adecuado lo contrario: enfocar los rostros en un primer plano, de manera que no se sepa en qué lugar o en qué situación están los protagonistas de la imagen.
Lo ideal es encontrar planos en los que puedas combinar ambos factores. Perfectamente puedes hacer un acercamiento a los rostros y sus expresiones, sin eliminar de la imagen algún fondo que le dé personalidad a la fotografía y le imprima identidad al lugar en donde te encuentras. Si no hay un fondo para resaltar, entonces concéntrate en las personas. No tienen por qué salir de cuerpo entero y de lo que se trata es de captar sus emociones o rasgos peculiares.
Normas clásicas de composición
En fotografía es tradicional que se emplee “la regla de los tercios”. La imagen fotográfica es un rectángulo que puede dividirse imaginariamente en nueve partes. Para hacerlo se trazan tres líneas verticales a una distancia equivalente y tres líneas horizontales que corten a las anteriores. El propósito es que ubiques el objeto de tu interés en los puntos donde se cruzan ambas líneas. Eso le dará a tu imagen una composición adecuada. Si observas las pinturas de los grandes maestros o las fotografías más prestigiosas, siempre cumplen con esa norma.
Debes evitar caer en el error de pensar que el objeto más importante de la foto queda mejor encuadrado en el centro.
Fíjate en la luz
La luz es el elemento más importante para lograr una buena fotografía. Es verdad que si fallas en su manejo después tendrás la oportunidad de hacer retoques con un buen programa de edición. Pero nada reemplaza la calidad de una imagen originalmente capturada con buena luz.
Lo mejor es que hagas varias pruebas antes de decidirte. Examina cómo queda la imagen con flash y sin flash. A veces, a pesar de una baja iluminación, la fotografía puede quedar mejor sin el destello. O al contrario.
Si la imagen lo amerita, también puedes ensayar a tomar imágenes en contraluz o con focos de claridad y oscuridad combinados. Si no eres muy experto, trata simplemente de aprovechar la luz natural y busca el ángulo en donde la imagen se vea más clara y detallada.