La Isola Bella, la isla más bonita de Italia
Isola Bella o Isla Bella es, según muchas opiniones y tal como indica su nombre, la isla más bella de Italia. Ubicada en el Golfo de Verbania del Lago Mayor, formando parte del conjunto de las islas Borromeas, se encuentra esta isla espectacular que contiene uno de los palacios y jardines más hermosos del mundo.
No hay calificativos para describir las sensaciones que recibimos al observar la increíble y lujosa construcción, los impresionante jardines diseñados con tanta maestría y perfección, el cuidado y decoración de sus miles de flores de colores, y en definitiva, todo un conjunto tan armoniosamente integrado en el entorno natural, que resulta una maravilla sin igual y única, una isla de fantasía y ensueño.
Historia de la Isola Bella
En su origen la isla estaba ocupada por un puñado de casas y su nombre era (traducido del italiano) Isla Baja. En el siglo VXI la isla fue adquirida por una importante e influyente familia de Milán, la familia Borromeo.
En el año 1632 Carlo Borromeo III empezó la construcción del palacio y dio a la isla el nombre de “Isla Isabella”, en honor a su esposa Isabella dÁdda. Al mismo tiempo, el arquitecto Giovanni Angelo Crivelli se encargó de realizar el diseño general de los jardines, en el que pretendía dar a todo el conjunto forma de barco.
Posteriormente sus descendientes fueron ampliando y decorando el palacio, con los trabajos de los arquitectos Francesco Castelli, Richini y Carlo Fontana. Con Vitaliano IX en el siglo XIX se introdujeron en los jardines miles de especies exóticas e invernaderos. Finalmente el palacio y sus jardines fueron terminados por Vitaliano X ya en el siglo XX.
En la actualidad la Isla Bella sigue siendo propiedad de la familia Barromeo, está abierta al público y es un importante destino turístico, recibiendo gran cantidad de turistas todos los años.
El palacio
La planta del palacio tiene la forma de la letra T, y está situado en la zona norte de la isla, cuenta con una fachada de 80 metros de largo. Presenta una sala principal construida en dos plantas y cubierta por una cúpula.
En la primera planta alrededor de la sala principal se encuentran varias habitaciones decoradas y amuebladas, destaca la habitación dedicada a Napoleón Bonaparte, ya que vivió en esta en el año 1797, y la habitación donde Mussolini en 1935 celebró la Conferencia de Stresa.
El palacio alberga obras de pintores de prestigio como Luca Giordano , Francesco Zuccarelli y Pieter Mulier. También posee una galería de tapices flamencos del siglo XVI.
En el 2008 se reabrió al público la galería de los Cuadros, dónde se expone la colección de pinturas de la familia, con obras de Raffaello, Correggio, Tiziano y Guido Reni, junto a la sala de la Regina y a la sala del Trono. En la planta baja se abren hacia el jardín una serie de galerías con motivos decorativos formados por guijarros y pequeñas piedras.
Los maravillosos jardines
La entrada a los jardines se realiza por el “Atrio de Diana”, un espacio abierto con planta poligonal y en cuyo fondo, en una celda de forma cóncava, nos encontramos con una estatua de Diana. De ambos lados parte dos escaleras curvas. El diseño de toda esta zona tiene por objetivo ocultar la desalineación entre el palacio y los jardines.
Desde aquí se puede acceder a “Plan de Alcanfor”, llamado así por el monumental árbol “Cinnamomum camphora” plantado en 1820. En seis bancales, dispuestos simétricamente, hay multitud de bellas plantas exóticas de intensos colores. Su lado sur está dominado por el “teatro Massimo” en el que se encuentran numerosas estatuas, está formado por 4 graderías que van estrechando sus lados hasta formar una pirámide.
Al sur se encuentra “el jardín Quatro”, decorado con una piscina central y varias parcelas simétricas adornadas con setos. En la esquina sur se encuentra el “giardino Triangolo”, o jardín triangular, y en el lado norte el jardín privado.