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Aunque puede resultar en principio un destino extraño lo cierto es que Transilvania es una tierra que reúne todas las condiciones para convertirla en un viaje perfecto: romántica, divertida y mucho más preparada de lo que se pueda pensar.
Aunque Transilvania tiene aeropuertos importantes (Cluj, Timisoara) a los que llegan vuelos desde España, es mucho más adecuado escoger un vuelo a la capital del país, Bucarest. Esto va a permitir recorrer relajadamente el sureste de Transilvania, donde encontramos los recorridos más típicos del país; eso sí, alquilando un coche al llegar al aeropuerto.
Para viajar a Transilvania podríamos optar por un viaje low cost. Compañías como Ryanair o Vueling ofrecen vuelos a buen precio desde las principales ciudades españolas hasta Bucarest. Pero también podríamos encontrar buenos precios en compañías como Iberia como Tarom (la compañía nacional rumana), con vuelos directos desde España.
Aunque Rumanía cuenta con una amplia oferta hotelera, el alojamiento más adecuado en este país es el ofrecido por las pensiuneas. Este tipo de alojamiento tiene en Rumanía un concepto similar al del hotel con encanto. Hay pensiones para todos los gustos y precios, sobre todo en una región tan turística como Transilvania.
La región de Transilvania es de las más amplias de Rumanía. Para una escapada, como ya se ha comentado, la zona que más significación puede tener es la del sureste.
Lejos de la idea preconcebida que se pueda tener del país, Rumanía nos depara sorpresas muy agradables. En concreto, Transilvania cuenta entre sus tesoros histórico-artísticos con puntos tan destacables cómo:
Y además de todo ello, los contrastes que ofrece la vida en el campo transilvano: la lucha perpetua entre la modernidad y las tradiciones, el ritmo lento y pausado que marcan las cosas hechas con mimo; convierten a un viaje por Transilvania en una experiencia única.
Por romántico que sea todo, cualquier viaje que se precie debe tener también un componente divertido que lo haga realmente inolvidable.
En Transilvania, de noviembre hasta marzo (e incluso más allá), es posible practicar el esquí y todos los deportes de nieve en la amplia variedad de pistas y remontes que se encuentran en los Cárpatos.
Una de las más conocidas y cercanas a Bran y Brasov, es la de Poiana Brasov. Los kilómetros de pistas, de varios niveles de dificultad, y el ambiente festivo que la rodea lo convierten en un lugar de diversión asegurada.
Si se opta por un viaje en primavera o verano, estos lugares de esquí se transforman en una muy bien señalizada red de senderos, en los que disfrutar de los bosques y la belleza azul de los Cárpatos.
Y se podría seguir escribiendo sobre Transilvania porque todo en esta región es una sorpresa. Así que si se desea un viaje original y que deje huella, nada mejor que una escapada a Rumanía.