Bebidas alcohólicas durante un viaje
Una copa es una agradable manera de acompañar una velada romántica o una reunión de amigos. Pero si no es una, sino muchas, y las sumas a fuertes baños de sol, gran gasto de energía y pocas horas de sueño, puedes terminar en un hospital. Te damos algunos consejos para que eso no ocurra.
No bebas de más en el avión
Hay un número de viajeros, relativamente alto, que acostumbra a consumir bebidas alcohólicas durante el trayecto en avión. Buscan sobretodo el efecto relajante y tal vez dormir un par de horas. Pero cuidado: la situación se puede complicar en algún momento. La altura hace que el cuerpo reaccione de manera diferente y por eso te embriagas con mayor facilidad. A veces un par de copas bastan para que quedes literalmente en las nubes.
Los ciclos de sueño
Otro de los efectos secundarios del consumo de alcohol durante el vuelo es una dificultad adicional para adaptarte a nuevos horarios. Hay un mito según el cual si te tomas unas copas en el avión, arribarás a tu destino y te irás directo al hotel a descansar. Nada más falso. El sueño inducido por las bebidas alcohólicas es superficial, discontinuo y poco reparador.
El resultado es que no podrás descansar realmente y permanecerás aletargado, incluso por varios días. Mejor que tomes otras medidas si tienes problemas con el cambio de horario, como beber agua en abundancia y tomar sol en las tardes.
Conserva tus hábitos médicos
A veces parece que un viaje es la ocasión para romper ataduras y liberarte de todo. Es tu tiempo para el descanso y la actitud relajada compagina muy bien con la época de vacaciones. Aunque es cierto que lo ideal es romper con la rutina, no exageres. Especialmente en lo que tiene que ver con las medicaciones que tengas prescritas. No interrumpas ningún tratamiento y si debes tomar medicinas, conserva las dosis y los horarios que ya están establecidos. Tampoco mezcles esas medicinas con el alcohol porque puede ser muy peligroso, principalmente si sufres de una enfermedad crónica como hipertensión o diabetes.
Tómate tu tiempo
Debes esperar al menos 24 horas antes de ingerir bebidas alcohólicas en tu lugar de destino. Esta recomendación es particularmente importante para quienes viajen a sitios con rasgos geográficos muy diferentes a los de su hábitat normal. Un viaje de por sí es una experiencia que genera cierto nivel de estrés. Éste se ve reflejado en el cuerpo de diversas maneras. Por eso lo aconsejable es que le des tiempo a tu organismo para que se adapte paulatinamente a los cambios, sin forzarlo. Tu sistema digestivo puede estar más sensible que de costumbre y el licor podría agudizar esa situación. Así que tómalo con calma.
Cuidados especiales
Si tu plan de vacaciones incluye la práctica de algún deporte extremo, una larga caminata o buceo en el mar, es mejor que te abstengas por completo de consumir alcohol. Puede ser altamente contraproducente para ti.
Si tienes un plan nocturno que incluya algunas copas, entonces evita tomar licor durante el día. Tampoco te animes tan fácilmente a ingerir bebidas que no conozcas. Revisa el grado de alcohol que contienen y elige siempre las de más baja graduación. Los excesos son la mejor manera de arruinar tus vacaciones.
Imágenes cortesía de José Wolff y de Sol Robayo