La Puerta de Brandeburgo en Berlín, el símbolo de toda una nación
Hay monumentos en el mundo que por su historia y fama representan a todo el país donde se hallan ubicados, como es el caso conocido por todos, de la Torre Eiffel de París o la Estatua de la Libertad de Nueva York.
Hoy vamos a visitar uno de estos monumentos que se erige como emblema de un pueblo y que también goza de gran reconocimiento internacional. Siendo además protagonista, como pocos, de grandes acontecimientos históricos vividos en su territorio y también de las vicisitudes de los años de conflicto y caos sufrido. Hablamos de la Puerta de Brandeburgo en Berlín, el símbolo de toda una nación.
Historia de la Puerta de Brandeburgo
La Puerta de Brandeburgo, la Brandenburger Tor en alemán, es un arco del triunfo, pero también mucho más, pues se trata de una antigua puerta de la muralla que rodeaba la ciudad de Berlín y por la que se accedía a ella.
Está situada en la Plaza de París, en pleno centro histórico de la capital alemana.
Fue construida al final del siglo XVIII por orden de Federico Guillermo II de Prusia. El arquitecto encargado de la obra fue el arquitecto alemán Carl Gotthard Langhans, una de la figuras más relevantes de la arquitectura clásica del momento.
Gottahard se inspiró para ello en la propia Propileos o puerta de entrada a la antigua Acrópolis de Atenas.
Más tarde la Puerta de Brandeburgo comenzó a sufrir los altibajos de una época que se alargó en el tiempo, cargada de conflictos y enfrentamientos, tanto en la esfera militar como política y social.
Comenzó cuando el propio Napoleón Bonaparte se apropio como botín de guerra de unos de sus elementos, el famoso Cuadriga ornamental que coronaba la puerta y lo envió a Francia. Fue en el año 1918 el Cuadriga fue devuelto a Berlín desde París.
Durante la Segunda Guerra Mundial y con el bombardeo de Berlín, la puerta quedó severamente dañada y aunque fue restaurada en el año 1957 con la división de las dos Alemanias y la propia ciudad, con el Muro de Berlín, la Puerta de Brandeburgo quedó separada tanto de un lado como del otro.
Tras la caída del Muro y la reunificación del país, se llevó a cabo una restauración completa de la puerta, quedando inaugurada en el año 2002.
Características de la Puerta de Bradeburgo
La puerta de Brandeburgo, como hemos comentado anteriormente, es obra de Carl Gotthard Langhans, está realizada en piedra arenisca y presenta unas dimensiones colosales, nada menos que 26 metros de altura, 65,5 metros de anchura y 11 metros de longitud y es de estilo neoclásico.
Posee cinco aberturas que son zonas de paso, de las cuales la central es la más ancha y las cuatro laterales más pequeñas.
Las columnas son de estilo dórico, estriadas y en su base alcanzan un diámetro de 1,75 metros. La parte superior y el interior de las aberturas están recubiertos con relieves que representan a dioses de la mitología como Heracles, Marte y la diosa Minerva.
La puerta está coronada por la famosa Cuadriga, una escultura de cobre de unos 5 metros de altura, obra del escultor de la época, el alemán Johann Gottfried Schadow, que representa a la diosa Victoria montada en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad y que porta un estandarte con una cruz dentro del círculo y un águila. Esta cruz de hierro fue diseñada por el también escultor alemán Schinkel.
Imágenes cortesía de Luke Ratzlaff, Ken Brown, Constanza Sturm, y Michali K.