El Sol de Medianoche: viajes a plena luz
Cuando la latitud de origen del viajero se acerca más al trópico que al círculo polar, hay fenómenos naturales propios de las regiones más al sur y al norte del planeta, como el Sol de Medianoche, que, con sus Noches Blancas, pueden convertir en excepcionales a viajes que ya de por sí son toda una experiencia.
El Sol de Medianoche
El Sol de Medianoche es un fenómeno producido por la inclinación del eje de rotación de la Tierra, que provoca que en latitudes en torno a los círculos polares haya un período de tiempo en el que el sol no llega a ponerse en el horizonte. Mientras más cerca se esté del polo, mayor es el número de noches blancas.
Es en el solsticio de verano, el 21 de junio, cuando más se aprecia. Y la mejor época para disfrutarlo es entre la última quincena de junio y la primera de julio.
En Europa podemos encontrar muchos soles de medianoche, a continuación exploremos algunos.
El Cabo Norte: la experiencia mítica del Sol de Medianoche
Noruega es un país que por sí mismo ya ofrece elementos que pueden atraer la atención de cualquier viajero: enormes fiordos que entran como lenguas de mar sobre las escarpadas montañas, islas que recuerdan el paraíso y paisajes de ensueño.
En verano el Sol de Medianoche es visible en buena parte del país, pero es en Cabo Norte donde puede contemplarse ese extraño momento en el que el sol parece dudar sobre el camino a seguir y decide continuar suspendido sobre el horizonte. No en vano la imagen del globo terráqueo con el mar de fondo es el objetivo de muchos viajeros, viendo en ella el mito de alcanzar el extremo habitado más al norte.
Aunque hay un pequeño secreto: en realidad, el auténtico Cabo Norte, el geográfico, se encuentra unos 18 km más allá, tras una estrecha carretera y ajeno a todo el barullo turístico-mítico que adorna al Cabo Norte oficial.
Finlandia: el Sol de Medianoche más dulce
Finlandia es un país suave, de colinas, grandes bosques y lagos sin fin. El Sol de Medianoche puede disfrutarse cerca de Rovaniemi, buscando a Papá Noel y a los Sami, cerca del lago Inari, pero también existe un Sol de Medianoche sureño y dulzón en los lagos cercanos a Savolinna, con el medieval castillo de Olavinnlinna repleto de ópera.
Todo en Finlandia es tranquilidad, así que una cabaña entre bosques, un sauna y contemplar el Sol de Medianoche suspendido sobre un bello lago ¿qué más se puede pedir?
San Petersburgo: el Sol de Medianoche más divertido
San Petersburgo es una gran ciudad, nada de misticismo ni de tranquilidad, pero sí mucho de exotismo del este, de una cultura occidental pero distinta, y de monumentos impresionantes que bien merecen una larga visita.
Todo resulta fastuoso en esta ciudad: desde el Museo de Hermitage, una de las mayores pinacotecas del mundo, hasta los amplios bulevares que en verano vuelven a tomar vida en un hermoso juego de verdes en los grandes árboles que los bordean.
Durante las Noches Blancas provocadas por el Sol de Medianoche, San Petersburgo es una fiesta. Se ofrecen festivales de música y ballet de corte clásico. Y también conciertos de música actual con horarios adaptados a la no-noche, horarios a los que se suman sin dudar los bares y restaurantes, aprovechando también la ocasión para olvidar las heladas y la nieve.
Y bien, a elegir: misticismo, romanticismo, marcha… todo bajo el Sol de Medianoche.