El castillo de Frýdlant, un lugar encantado en la República Checa
Hoy vamos a visitar un famoso castillo que parece sacado de una historia de cuentos, de princesas y hadas. Nos referimos al Castillo de Frýdlant, un lugar encantado en una hermosa localidad de la República Checa.
Este castillo se encuentra en la localidad de Frýdlant, dentro de la región de Liberec en la República Checa. En lo que antiguamente era la provincia de Bohemia. Esta hermosa localidad se encuentra en un entorno natural excepcional, ya que posee bellos paisajes de verde vegetación y rodeados por las montañas de Jizera.
Historia del Castillo de Frýdlant
Aunque las primeras referencias escritas que hacen mención del Castillo de Frýdlant datan del siglo XIII, parece ser que existía mucho antes en el tiempo, remontándose al siglo IX y X.
El castillo perteneció a la familia Ronovci, hasta que el rey de Bohemia Přemysl Otakar lo confiscó y entregó a los Bieberstein. Esta familia lo utilizó como residencia familiar y fortaleza, prácticamente durante tres siglos. Siendo los que lo ampliaron y añadieron los edificios de estilo gótico.
El castillo volvió a ser propiedad de la corona en el siglo XVI, hasta que en el año 1558, Frederick Redern, lo adquirió. Volviéndose a ampliar y reformar con elementos renacentistas, entre ellos, la capilla en honor a Santa Ana.
Posteriormente, el castillo fue confiscado a la familia Redern por haber participado en la sublevación contra la dinastía de los Habsburgo y entregado al poderoso militar y político, Albrecht von Wallenstein, quién se convirtió en el Duque de Frýdlant en el año 1625.
El castillo fue su lugar de residencia y símbolo de su poder, hasta que fue asesinado en el año 1634. Entonces el castillo pasó a ser propiedad de Matías Gallas, siendo heredado por sus descendientes hasta el año 1945, cuando pasó a la autoridad estatal.
La familia Gallas abrió el castillo al público en el año 1801.
Características y curiosidades del Castillo de Frýdlant
El Castillo de Frýdlant se encuentra en el extrarradio de la localidad. Se sitúa en la cima de una enorme roca, presidiendo y vigilando todo el entorno, a los pies del rio Smědá.
Se trata de un enorme conjunto, en el que destacan dos palacios de diferentes estilos y épocas, uno medieval gótico y otro renacentista, además de unos bellos jardines. El más antiguo fue obra del arquitecto italiano Marco Spazio. Uno de sus elementos que más llama la atención a primera vista, es su emblemática torre central, construida en el siglo XII.
Este castillo es uno de los mejor conservados y más visitados de todo el país. Fue también el primer monumento y museo que se abrió al público en Europa.
En cuanto al museo del castillo, está formado por diferentes lugares y colecciones, que nos dejará sorprendidos.
Una de ellas es su colección de armas, contando más de 1000 objetos, que abarcan los siglos XII al XIX. Cuenta también con una importante colección de pipas.
La cocina del castillo es otro lugar que nos llamará enormemente la atención, pues está formada por utensilios de todas clases. Siendo los más llamativos, la colección de tazas y platos de metal del siglo XIX, además de las cerámicas chinas. Como curiosidad, comentar que los fogones y estufas todavía funcionan.
Otro de los lugares más entrañables del castillo es la “habitación de los niños”, en el que encontraremos muchos juguetes y mobiliario infantil.
Tenemos que decir que todo el castillo contiene una rica decoración de muebles y enseres, además de una importante galería de cuadros y pinturas, que pertenecieron a los anteriores propietarios.
Por último, mencionar otro de sus tesoros, su magnífica biblioteca con casi 13.000 volúmenes.
Imágenes cortesía de Florin Draghici, Jan Pedersen, elPadawan, Daniel Baránek, Thalion77 y Daniel Baránek.