La ciudad de Bolonia, la gran desconocida de Italia
Si tuviésemos que hablar de Italia probablemente lo haríamos de Roma, Florencia, Milán, Venecia, etc., pero pocos mencionaríamos la ciudad de Bolonia. Esta ciudad del norte de Italia con un encanto especial, está llena de historia antigua y cuenta con el segundo casco histórico medieval más grande de Europa detrás de Venecia.
Bolonia es una ciudad universitaria, su universidad fue fundada en 1088 y allí estudiaron Dante Alighieri, Petrarca, Nicolás Copérnico, entre otros alumnos ilustres.
El Motor Show de Bolonia es una de las ferias automovilísticas más importantes del mundo. Y la ciudad es famosa por tener el constructor de coches deportivos Lamborghini, además del constructor de motocicletas Ducati.
Un paseo por la ciudad de Bolonia
La Plaza Mayor de Bolonia fue un antiguo mercado y es el corazón y punto de encuentro de la ciudad. En sus alrededores encontramos la Basílica de San Petronio y la Catedral de San Pedro, ejerciendo ésta como el Duomo de la ciudad.
Otro de los lugares para visitar es la Plaza de Neptuno, donde está la estatua del Dios Neptuno en Bronce, a la cual por sus grandes dimensiones los boloñeses la llaman de manera cariñosa Il Gigante.
Las torres Garisenda y Asinelli son el emblema de la ciudad, son de origen medieval y tienen una ligera inclinación. La torre Garisenda es famosa porque fue citada por Dante Alighieri en su Divina Comedia. Se dice que en días con cielo despejado desde arriba de las torres se puede alcanzar a ver hasta la ciudad de Verona.
Vale la pena también visitar el mercado de Bolonia – uno de los más antiguos de Italia – y pasear por el barrio universitario, que junto con la Plaza Mayor es donde se concentran los bares, restaurantes, pubs y discotecas de la ciudad.
Gastronomía boloñesa
La gastronomía de Bolonia es mucho más que su famosa salsa boloñesa. Esta encantadora ciudad de Italia es apreciada por sus maravillosos platos.
Los platos típicos de la ciudad de Bolonia son los tagliatelle a la boloñesa o los tortellini en sopa, que están rellenos de carne o de mortadela y se sirven en caldo de pollo o gallina.
Son típicas también la carne de pato, jabalí o el faisán que se cocinan asadas o cocidas en forma de embutido. No podemos olvidar los espárragos cocidos de Altedo o las patatas de Tolè.
En la repostería cabe mencionar un postre navideño llamado el “Certosino Bolognese”, que se prepara con harina, miel, fruta caramelizada, almendras, chocolate, uvas o piñones.
Finalmente cabe destacar la mortadela de Bolonia, con denominación de origen, es el embutido más famoso. Al parecer su origen se remonta a la época del Renacimiento.
Se prepara con carne cuidadosamente seleccionada y triturada formando una pasta, que luego se mete en una tripa y se cuece en hornos de aire seco.
Existe el Consorzio Mortadella Bologna que tiene como objetivo la valorización y promoción de la mortadela de Bolonia.
Todo estos platos se pueden acompañar por sus vinos blancos y tintos, también con denominación de origen.