Visitar el desierto del Sahara, una experiencia única
El desierto del Sahara es el más famoso de todo el mundo, y visitarlo es algo que muchos desean hacer al menos una vez en la vida.
El Sahara
Localizado en el norte de África, el desierto del Sahara posee una superficie total de más de 9 millones de km², y abarca partes del territorio de Argelia, Marruecos, Túnez, Sahara Occidental, Egipto, Malí, Níger, Mauritania, Libia, Chad y Sudán.
Recorrer las interminables dunas, llegar a un oasis y dormir en una tienda bereber, y contempla el cielo estrellado a la noche, los hermosos amaneceres y atardeceres del desierto, son los principales atractivos de viajar al Sahara.
Lo más habitual es partir rumbo al Sahara desde Marruecos. Allí hay numerosas empresas que ofrecen paquetes turísticos que permiten elegir entre diversos tipos de excursiones: viajar a pie (seguramente les resulte extenuante), viajar montando un dromedario (lo más recomendable), o hacerlo en un vehículo todoterreno.
La región del desierto más visitada es la que pertenece, a Marruecos. No obstante otros países, como Níger, en los últimos también tiempos han desarrollado una importante infraestructura del tipo turismo de aventura para este destino. Egipto, es otro país que ofrece interesantes paquetes turísticos para visitar el desierto del Sahara.
Visitar el desierto del Sahara desde Túnez
Otra opción muy recomendable es visitar el Sahara desde Túnez. Hace poco les hablábamos de los atractivos de este país, entre ellos se encuentra su oferta para visitar el desierto del Sahara en excursiones que parten de Douz, la puerta de entrada al desierto tunecino.
Se suele llegar a Douz, en autobús y allí se dejan bolsos y pertenencias en un sitio que será proporcionado por la agencia con la que se haya contratado la excursión. Siempre es recomendable llevar una mochila donde llevar nuestra documentación y otros elementos indispensables para el viaje, como una botella con agua y demás.
Las excursiones por desierto tunecino parten de Douz y van hasta Ghilane en una ruta con varios puntos en el camino en los que está todo preparado para que el turista encuentre lo necesario para que su visita al desierto sea una aventura digna de recordar.
Las rutas que van desde Douz hasta Ghilane incluyen espectáculos nocturnos, con comidas típicas, música en vivo y danza…
Algo importante es no olvidar la cámara de fotos, ya que la belleza de las dunas sobre el horizonte y demás paisajes son dignos de una postal.
Y recordar que viajar por el desierto siempre es más divertido si se hace en grupo. El viajar con un grupo de amigos por el desierto, a lomos de un dromedario, un animal muy parecido al camello (en grupo será mas fácil averiguar cuáles son las diferencias), es sinónimo de momentos divertidos. Más, si todos van vestidos con las correspondientes chilabas (las túnica tradicionales del mundo árabe), y la kufiya, el pañuelo que complementará el atuendo típico, y que aunque no lo parezca, protege del sol y el calor sofocante.
Luego, sólo resta subir a los dromedarios y aprender a manejarlos por el desierto.