Un fin de semana en París
Llegó la hora. Un billete de avión conseguido a buen precio, una pequeña maleta y… voilá, un maravilloso fin de semana en París por delante. Pero para que ese fin de semana en París no se convierta en un puro estrés, hay que preparar bien la escapada, teniendo claro qué no hay porqué perderse nada pero que tampoco puede verse todo.
Elegir bien el alojamiento en París
La ciudad está distribuida en distritos. Dado que se va a pasar sólo un fin de semana en París, hay que escoger con antelación y cuidado el alojamiento eligiéndolo en un lugar estratégico para no perder tiempo en nuestros desplazamientos. Lo más adecuado es alojarse en la orilla derecha en este orden: 1º, 8º, 2º distrito.
Del aeropuerto de París a la ciudad
París tiene dos aeropuertos: el de Charles de Gaulle (a 25 kilómetros) y el de París Orly (a 14 kilómetros). Aunque el acceso a la ciudad más barato es el autobús, merece la pena coger el tren ya que evita perder el tiempo con los atascos.
Desde el aeropuerto Charles de Gaulle la línea de trenes que llega a la ciudad es la B3, con parada en Gare du Nord, Chatelet-les-Halles, St. Michel y Denfer-Rochereau. El trayecto dura una media hora. Desde el aeropuerto París Orly se coge la línea C del tren rápido RER, con paradas en Gare de Austerlitz, St. Michel, Invalides y Porte Maillot. El trayecto dura unos cincuenta minutos.
Bonos de visita a París
París es una ciudad cara. Por ello es interesante estudiar las diferentes opciones de bonos para visitar la ciudad, porque, aunque en principio parezcan caros, pueden suponer un importante ahorro. De cualquier modo, lo primero es tener claro qué es lo que interesa visitar.
Para el metro existe la París Visite, aunque si el alojamiento está céntrico puede no ser rentable. Una buena opción es la París Museum Pass, con diferentes precios según los días. Permite el acceso a los principales museos con entrada preferente. Es decir, se puede acceder con un tiempo de espera mínimo, sólo por ello merece la pena la inversión. Por último, tenemos el que reúne todas las ventajas de las dos anteriores (metro, autobús turístico, barco, museos…) pero es bastante más cara.
Primer día en París
Acercándose hasta l´Île de la Cité, la pequeña isla en mitad del Sena, podemos visitar la hermosa Catedral de Nôtre Dame. Si se llega muy temprano, se podrá entrar sin hacer cola, tanto en el interior como en las torres, para ver de cerca las gárgolas. Antes de salir de la isla, dar un paseo por el Mercado de las Flores, en la plaza Louis-Lépine.
Cruzando por el Pont Neuf, llegar al Musée du Louvre. Aunque hay recorridos ya preparados con audioguía para ver las salas más importantes, la afluencia de gente apenas deja ver nada. Mejor elegir sólo una sección del museo y no pasar más de unas horas, ya que agota bastante.
Darse un paseo por las Tullerías, ir hasta la Place de la Concorde y comenzar a recorrer los Champs Elysées. Si se está en forma y aún hay tiempo, se puede llegar hasta el Arco del Triunfo. Desde allí, coger el metro hasta Montmartre y ver la puesta de sol sobre París en las escalinatas del Sacré Coeur.
Segundo día en París
Empezar con el Museo d´Orsay. Visitarlo y disfrutarlo. Desde allí, subir por la rue de la Bellechasse, cruzar el boulevard St. Germain y tomar algo en los bellos jardines del Museo Rodin.
Seguir hasta Les Invalides, visitar la Église du Dôme y continuar por les Champs du Mars hasta la mítica Tour Eiffel, a la que bien merece la pena subir (andando, las colas del ascensor son de horas). Tomar un bateau mouche, mientras atardece sobre el Sena, y volver a la Torre Eiffel provisto de una cena romántica en el césped mientras se la ve brillar.