Los timos más comunes para los viajeros
Los viajeros son uno de los objetivos más buscados por los timadores. Esto se debe a que muchos maleantes aprovechan el desconocimiento que el extranjero tiene de un país y la falta de contactos dentro del mismo. Se benefician de estas vulnerabilidades, bien sea para cobrar de más por un servicio o bien para llevar al turista a hacer gastos innecesarios.
Enseguida te contamos cuáles son esos timos que se repiten con mayor frecuencia en los distintos países del planeta.
Los taxis: campeones en los timos más comunes
Los taxis ocupan siempre los primeros lugares en lo que a los timos más comunes se refiere. A veces te cobran más de la cuenta, simplemente porque sí; a veces te dan una tarifa y después de cobran otra, si no llevan taxímetro. En otras ocasiones te ofrecen prender el aire acondicionado y tú aceptas sin saber que te van a cobrar por el servicio. Y, por supuesto, nunca falta el conductor que toma el camino más largo hacia tu punto de llegada para poder cobrarte más.
Puede pasar que llegues al aeropuerto y te parezca que la única manera de salir de allí es un taxi. No te dejes impresionar por lo primero que veas; todas las ciudades del mundo tienen transportes públicos hacia el aeropuerto, aunque no encuentres autobuses o transportes colectivos a primera vista. Simplemente pregunta al personal de información y allí te orientarán.
Averigua cómo funciona el sistema de taxis en tu lugar de destino. Es preferible que elijas las compañías que te ofrecen servicio telefónico de vehículos. Son mucho más seguros y cumplen mejor con las normas legales. También debes hablar con el conductor para que te informe de las posibles rutas, aclarándole que deseas la más corta.
Nunca subas a un taxi si no estás seguro de cuánto tienes que pagar por el servicio, bien sea porque negociaste claramente con el conductor o porque el vehículo tiene un taxímetro.
El cambio de moneda
En la misma ciudad hay tarifas muy diferentes para hacer el cambio de moneda. Si no conoces a alguien confiable en el lugar a donde llegas, lo primero que debes hacer es informarte en los sitios oficiales sobre el valor de la moneda local. Hay muchas páginas web en donde puedes consultar esa información. No aceptes una transacción que supere el 10% de ese valor.
Normalmente el cambio de moneda en los aeropuertos tiene un costo mayor al de otros sitios. Por lo general, un buen sitio para hacer la transacción son las casas de cambio que hay en los centros comerciales más populares. Allí hay varios establecimientos y puedes comparar precios entre unos y otros. Nunca cambies moneda en la calle o con personal que actúe fuera de una oficina establecida.
Los extraños con ofertas poco usuales
No te sorprendas si en muchos lugares aparecen extraños ofreciéndote servicios poco usuales. Alguna revisión de salud, o descuentos en algún tipo de actividad, o quizás alguna suerte de tour del que jamás habías oído hablar. Generalmente son gente muy simpática que se gana tu confianza fácilmente con toda suerte de argumentos. En principio, no confíes en nadie que te hable en la calle, principalmente si te están ofreciendo algo.
Tampoco bajes la guardia si llevas algunos días conociendo a los habitantes del lugar y de pronto alguno te propone un negocio muy rentable o la oportunidad de viajar a otro sitio. En el mundo ninguna oportunidad fantástica llega a tu puerta sin que la hayas buscado.