Los destinos más baratos del mundo 2° Parte
Continuamos con nuestra pequeña reseña sobre los destinos más baratos del mundo; siempre en el entendido de que viajar a estos lugares es una forma efectiva de ahorrar.
Como en el artículo anterior, nos ocuparemos de países que históricamente han sido considerados como destinos más baratos y de otros que las circunstancias los han vuelto lugares con un costo de vida muy bajo.
1- Myanmar (antigua Birmania)
Está ubicado en el Sudeste Asiático, este país tiene fronteras con China, Laos, Bangladesh, India y Tailandia.
Entre sus principales atractivos turísticos se destaca la antigua ciudad de Bagan, las excursiones por la jungla a lomos de elefante, el senderismo por sus montañas, bosques y selvas tropicales, y la práctica del buceo y snorkel en su extensa línea costera. Por ello, Myanmar forma parte de la ruta del Sudeste Asiático de mochileros y aventureros.
Pero hoy en día este país parece estar intentando seguir los pasos de Tailandia para convertirse en un destino turístico de nivel. El problemas es su inestabilidad política y el gobierno autoritario. Es decir, se promociona el turismo, pero la opresión de las autoridades es tal, que de por sí frena la afluencia de turistas en masa.
El país está cambiando, pero para muchos visitar Myanmar es equivalente a viajar al sureste asiático veinte años atrás en el tiempo. Por ejemplo, prácticamente no existen los cajeros y lectores de tarjetas de crédito, y la mayoría de los establecimientos cobran sólo en efectivo.
No obstante, muchos opinan que Myanmar va camino a transformarse en un destino de lujo como su vecina Tailandia, por lo que estos años son los mejores para visitar este país en plan barato.
2 – Grecia y sus islas
Como todos saben uno de los países en que la crisis económica ha repercutido de forma más aguda es en Grecia. El debilitamiento de su economía y las protestas ciudadanas han hecho que disminuya la demanda turística y, por ello también han disminuido los precios.
Pero claro, Grecia mantiene intactos sus atractivos turísticos, su notable patrimonio histórico cultural, y la belleza de sus islas. En especial, las islas de Grecia con sus hermosas playas se mantienen en una situación política mucho más tranquila que la capital donde se centra la vida política del país, por lo que es allí a donde se dirigen los turistas.
3 – Laos
Laos es otro país del Sureste Asiático situado entre Myanmar, China, Vietnam, Camboya y Tailandiaal. Desde el punto de vista turístico ofrece atractivos similares a los de otros países de la región: entornos naturales exuberantes, templos antiguos y un ambiente exótico.
Este un país que históricamente ha mantenido uno de los PIB más bajo del continente asiático, de allí que resulte un destino turístico barato, pero las cosas están cambiando rápidamente en Laos.
Existen nuevos hoteles baratos y buenos. En cambio, la comida y el transporte, se han encarecido aunque la calidad de estos servicios no ha mejorado. Por otra parte, el sistema bancario en Laos también está en plena transformación y, por ejemplo, hay cajeros en todas las ciudades y la mayoría de los pueblos.
Viajar allí ya no es tan barato como lo era hace algunos hace unos años, aunque sigue siendo un destino low cost, especialmente elegido por mochileros jóvenes en busca de diversión y aventuras.
En Laos se puede pasar el día con un presupuesto de 25 a 30 euros, lo que incluye el alojamiento, la comida y algún paseo. Pero, una de las desventajas de Laos, en comparación con países como Tailandia, Filipinas, Malasia o Bali, es la carencia en infraestructura médica, los hospitales son pocos y de baja calidad.
En general, Sureste Asiático es la región que pose más países que son catalogados como destinos baratos. Sus habitantes son gente respetuosa y hospitalaria, los paisajes espectaculares abundan, y su cultura suele ser por demás interesante. Por ello, incluso más que para considerarlos como destinos económicos para un viaje de unos días, algunos de estos países pueden tenerse en cuenta como un buen lugar para retirarse y disfrutar con tranquilidad de una jubilación.