La Plaza Mayor de Madrid, un icono de la capital española
La Plaza Mayor es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad de Madrid. Está ubicada en pleno centro de la capital española, y posee una larga y muy interesante historia. Si se visita esta ciudad, es imposible no dar al menos una vuelta por la Plaza Mayor.
Esta plaza de Madrid ha sido escenario de algunos de los acontecimientos más relevantes de la historia de España.
Historia de la Plaza Mayor de Madrid
La primeras construcciones que formarían la plaza datan de fines del siglo XVI, pero fue el rey Felipe III quien coronó sus reformas urbanísticas de la ciudad ordenando en 1617 la construcción de una serie de edificios, dándole así la estructura a la Plaza Mayor.
En los cuatro siglos transcurridos desde entonces, esta plaza ha visto suceder muchas cosas. La Plaza Mayor de Madrid ha sido escenario de elecciones de reyes, juicios de la Inquisición, ejecuciones públicas, corridas de toros, mítines políticos y fiestas.
Las modificaciones hechas a la Plaza Mayor
La plaza está situada en el centro de Madrid, a poca distancia de la Puerta del Sol y de la Plaza de la Villa. Se le han realizado grandes modificaciones a lo largo de los años, sobre todo a consecuencia de varios incendios. Su forma actual la adquirió en 1790, tras un de estos incendios.
Otro cambio de relevancia se produjo en 1848 cuando se instaló la estatua ecuestre de Felipe III, obra de Juan de Bolonia y Pietro Tacca.
En 1992 se realizaron las últimas modificaciones de importancia, renovando algunas fachadas, entre ellas las del edificio fundacional.
La plaza hoy
Tiene una forma similar a la de un cuadrado de 100 metros de lado y está totalmente cerrada por edificios de tres plantas. Posee nueve puertas de acceso, de ellas, la más popular es la llamada Arco de Cuchilleros en lado suroeste de la plaza.
Es uno de los puntos turístico más importante de Madrid ya que en su entorno están ubicados numerosos hoteles y restaurants, y claro, también hay muchas tiendas donde comprar souvenirs.
La plaza es una de las grandes atracciones de la capital de España, y no sólo como lugar turístico, sino que es un punto de encuentro para todos los madrileños.
Siempre está muy concurrida, pero más durante el verano y durante los fines de semana. Esta plaza es ideal para sentarse en alguno de los numerosos cafés y bares que hay en los alrededores, descansar, y tomar algo mientras se disfruta de esta postal de Madrid.