El Palacio de Lebrija en Sevilla, uno de los palacios más encantadores y llenos de arte de España
Hoy vamos a hacer un recorrido por un lugar espectacular, que nos dejará sin palabras, el Palacio de Lebrija o de La Condesa de Lebrija, situado en una de las calles más céntricas y famosas de Sevilla, la calle Cuna.
Este palacio bello de por sí, cuenta en su interior con innumerables tesoros artísticos de varias épocas y estilos, siendo uno de los más famosos sus 580 metros cuadrados de mosaicos romanos que cubren sus suelos y algunas de sus paredes. Además de piezas arqueológicas, como esculturas, columnas, ánforas, y un largo etc. de incalculable valor, algunas de ellas obras únicas. Cuenta también con un buen número de pinturas de importantes artistas, y con una fastuosa biblioteca.
Por todo ello, el Palacio de Lebrija es uno de los más encantadores y llenos de arte de España, que por supuesto te invitamos a recorrer con nosotros.
Historia del Palacio de Lebrija
La historia del Palacio de Lebrija se remonta al siglo XVI, cuando fue reedificado sobre una mansión del siglo XV. El momento más importante del palacio ocurre cuando fue adquirido por la Condesa Regla Manjón Mergelina, que compra en 1901 el inmueble a sus anteriores propietarios, restaurando el edificio y acondicionándolo, tal como lo encontramos en la actualidad.
La condesa una enamorada de la arqueología y del arte, supo exponer en el diseño y decoración del edificio, todo su conocimiento, sabiduría y buen hacer, para que el resultado final sea considerada una obra de arte en su totalidad. Para ello adquirió los mosaicos y piezas arqueológicas de diferentes épocas y culturas encontradas en la región.
Características del Palacio de Lebrija
El Palacio de Lebrija tiene una extensión de 2000 metros cuadrados, y está compuesto de dos plantas, la planta alta que se utilizaba para invierno y la baja para verano. Su fachada es propia del renacimiento pero con un estilo único sevillano.
La planta baja está compuesta por varias salas y patios, de los que destacan la sala de las Columnas, la Sala Medusa, la Sala de Hermes y el patio Central. Este patio Central de gran belleza, está rodeado por galerías formadas por arcos sostenidos por columnas de mármol, los arcos de gran belleza están decorados con yesería mudéjar. El pavimento de esta galería está realizado con piezas de mármol muy raro y antiguo. El centro del patio está pavimentando con un excepcional mosaico del siglo II, cuya figura o medallón central representa al Dios Pan.
En el resto de las salas encontraremos su mobiliario y decoración original en las que destacan las decoraciones de azulejos del siglo XVI, así como estilos arquitectónicos diferentes con elementos, como arcos de traza árabe, adornos platerescos, un friso renacentista, etc.
La planta alta está compuesta por diferentes salas que se han mantenido tal como eran utilizadas por la familia. Todas están formadas por un rico mobiliario, y detalles únicos de decoración, en las que destacan también sus importantes colecciones. Destacamos de ellas, el salón Comedor, salón de los Retratos, salón Barroco y la Biblioteca, que cuenta con más de 4000 volúmenes.
El Palacio Museo
Los descendientes de la condesa abrieron el palacio al público en el año 1999, como un Museo que alberga toda la colección de restos romanos y griegos, la galería de la planta alta y salas que nunca se habían visto, como el comedor de invierno, piezas únicas como sus bargueños, un Van Dick, un cuadro de la Escuela de Murillo y un Sorolla, y un largo etc. que harán las delicias de todos los visitantes.
Imágenes cortesía de José Luiz Bernardes Ribeiro, Michel wal y José Luiz Bernardes Ribeiro.