El Monasterio de Skelling Michael, un lugar lleno de misterio
En Irlanda, a 15 kilómetros de la península de Iveragh, se encuentra una pequeña isla rocosa llamada Skelling Michael. Su nombre proviene del gaélico y significa “la roca de San Miguel”.
Esta isla hoy prácticamente deshabitada, a no ser por la estancia temporal de algún operario o funcionario de turismo y por visita de la gran cantidad de turista que acuden a ella, conserva en su altitud un gran tesoro arqueológico, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, nos estamos refiriendo al Conjunto Arqueológico del Monasterio de Skelling Michael.
Historia del Monasterio de Skellin Michael
Esta isla fue el refugio de una comunidad religiosa que en su día decidió establecerse en ella, y fundar en el año 558 uno de los primeros monasterios paleocristianos de la historia. Sus características de isla inhóspita, alejada del resto de continente por unas olas embravecidas, ofrecían a los monjes un ambiente de retiro y soledad idóneos para la vida monástica.
Este hecho geográfico y meteorológico evitó que la isla sufriera las importantes invasiones vikingas del siglo IX, que se dieron en toda la región.
En el siglo XII las temperaturas extremas que afectaron a Skelling Michael llevaron a los monjes a abandonar el lugar, no volviéndose a habitar nunca más, sólo a finales del siglo XIX y XX, en la isla estuvieron residiendo periódicamente los encargados de los dos faros que allí se construyeron.
El Monasterio de Skellin Michael
En la ladera sur nororiental de la isla se halla el Monasterio de Skellin Michael, desde su creación en el año 558 hasta el siglo XII, fue un importante centro monástico de Irlanda.
El Monasterio de Skellin Michael está situado en la zona más elevada y se accede al él, gracias a la escalera de 270 escalones que los propios monjes realizaron directamente en la dura roca.
El Monasterio lo componen seis construcciones de piedra, con forma de pirámide cónica, a semejanza de chozas, que se llaman “clochans”. Dando a entender con ello que la comunidad de monjes era pequeña, en torno a 12 o 13 personas.
Estas chozas que aunque por fuera son redondas, son rectangulares en su interior, y están construidas con tanta perfección que impiden las filtraciones del agua de lluvia. A su alrededor existen unas terrazas o huertos realizados por los monjes en los que cultivaban lo necesario para su subsistencia.
Otra parte importante de este Monasterio de Skelling Michael son sus dos oratorios, uno de ellos fue reformado alrededor del siglo XI para convertirlo en un capilla dedicada a San Miguel Arcángel.
Desde 1986 se están llevando a cabo trabajos de restauración y de nuevas excavaciones arqueológicas en la isla, además cuenta con un oficina de turismo que facilita todo tipo de información sobre visitas y horarios. En la actualidad estas visitas y horarios se han limitado mucho, con el objetivo de preservar el conjunto monumental del monasterio de la llegada masiva de turista, y evitar con ello los posibles daños que pudiera sufrir el entorno arqueológico.
También el viajero podrá disfrutar en Skellin Michael de su gran reserva natural, en especial de la observación de las muchas especies de aves marinas que la habitan.