Las playas de Tarifa: donde reinan los señores del viento
En Cádiz, al sur del sur de España, hay una pequeña ciudad en la que el viento no deja de soplar. Con sus inmensas playas de arena fina y dorada, sus ráfagas constantes y las grandes olas de su costa sobre el Atlántico, Tarifa es la reina europea del surf y del kite surf.
Las playas de Tarifa
Cuando se va hacia Tarifa se tiene la sensación de que se va hasta el fin del mundo, con un vuelo hasta Sevilla o Jerez de la Frontera, y el alquiler de un coche que lleve a través de la autovía de Los Barrios hasta el extremo más sureño de todos. Son sólo 14 kilómetros lo que la separan a través del Estrecho de Gibraltar de la costa de África, siendo vértice entre Europa y África, entre el Atlántico y el Mediterráneo.
La playa más cercana a la ciudad de Tarifa es la Playa de los Lances. Son más de cuatro kilómetros y medio de arena y su cielo está casi permanentemente salpicado de cometas de colores. Es la moda del kite surf. Tablas que literalmente vuelan sobre el mar gracias a las potentes velas que las sustentan.
Al otro extremo de la cala, la fantástica Punta Paloma, con una amplia albufera como telón de fondo y una duna de unos doscientos metros de altura en el extremo occidental. Los depurativos baños de barro en su playa son un excelente limpiador natural, y ver las fantasmagóricas figuras de los bañistas embadurnados de barro es algo usual.
Siguiendo la costa, ya lejos de Tarifa, encontramos una playa mítica donde las haya, un secreto a voces pleno de historia y de naturaleza: Bolonia, con sus ruinas romanas de Baelo Claudia y su playa de dunas resplandecientes.
Y ya como fantástico final, está la playa más hermosa de todas: la playa de Las Cortinas, en Caños de Meca. Podría decirse que es la playa andaluza más hermosa. Con sus paredes de arena por las que resbala el agua de los caños y el verdor de su vegetación tan cerca del mar. No en vano es el punto de encuentro de naturistas y viejos hippies.
Deportes de viento y olas
En Tarifa nació el surf andaluz. Su viento de levante, que dicen vuelve un poco locos a los tarifeños, ha conseguido atraer a aficionados a los deportes de viento y olas de todo el mundo. Es un excelente lugar de preparación porque proliferan por doquier las escuelas que ofrecen cursos con monitores especializados. En principio era el windsurf el deporte rey, pero prácticamente ha sido sustituido por el kite surf, deporte que permite dibujar ochos en el aire con una extraña cometa.
El kite surf requiere menos fuerza y equilibrio. Resulta además más fácil de aprender, requiriendo una formación relativamente escasa para volar. Y, desde luego, es mucho más divertido y espectacular, aun con viento moderado.
¿Y Tarifa?
No se puede decir que la propia Tarifa sea una ciudad de mucho encanto, le hacen sombra las fantásticas Vejer de la Frontera, Jerez y, por supuesto, la propia Cádiz. Sin embargo, cuando se traspasa la puerta de piedra dedicada a Sancho IV, el Bravo, se entra en un mundo de callejuelas, encaladas y destartaladas se convierten en el lugar ideal de una vida de verano, relajada y bohemia. Salir de copas por Tarifa, darse una vuelta nocturna por alguno de sus bares, llena de energía.