El festival de Notting Hill: un tributo a la cultura afrocaribeña
Desde la década de los años 60, entre las calles de Notting Hill, dentro del municipio de Kensington y Chelse del Gran Londres, Inglaterra; se celebra el festival de Notting Hill. En el asueto inglés denominado el “Bank Holiday“, en agosto, con el único motivo de celebrar la rica cultura Caribeña de este municipio al sur de Londres, miles de personas se han reunido anualmente durante décadas.
Durante el Festival de Notting Hill salen a la calle miles de inmigrantes indios, trinitenses (Trinidad y Tobago) y africanos, y también cualquier británico que disfrute de una buena fiesta al mejor estilo Afrocaribeño. Vestidos con trajes tradicionales, bailan ritmos caribeños como el reggae, el calipso o la soca, que se escuchan de cualquier parte del desfile. Hay mucha energía, al igual que personas, y todos la pasan bien celebrando por las calles. Actualmente, el festival es dirigido por miembros de la comunidad India del oeste.
Pese a que se han reportado incidentes violentos entre la policía y los participares del festival, que aun no cuenta con autorización local para realizar el desfile, esto no ha sido un impedimento. En promedio, cada año llegan un millón de espectadores a presenciar el desfile, que se ha convertido en uno de los carnavales callejeros más grandes del planeta.
La historia del Festival de Notting Hill
El primer festival se celebró en 1959, como un pequeño carnaval que se llevó acabo dentro del St. Pancras Town Hall, en respuesta a la discriminación racial que sufrían los inmigrantes en el país en aquel entonces. Después de que el municipio viviera una semana de tensiones debido a los enfrentamientos entre la policía y los inmigrantes entre agosto y septiembre de 1959, Claudia Jones (considerada hoy en día como “La madre del carnaval”), organizó por iniciativa propia este primer encuentro para contrarrestar el ambiente hostil que se había generado. Esta primera edición pese a que se llevo a cabo en un lugar cerrado, fue un rotundo éxito.
Jones, quien era periodista de descendencia trinitense y una activista política, falleció en 1964 por lo que no vio nunca en lo que se convertirían los pequeños festivales que ella organizaba. Inspirados en el movimiento Hippie y el del “London Free School”, se llevó por primera vez en 1966 el evento a las calles de Notting Hill. Fue la primera vez en la que se escucho música africana en las calles del gran Londres, y sirvió para unir a las minorías segregadas. Para 1976, el festival ya había desarrollado su distintivo carácter afrocaribeño y crecido hasta alcanzar los 150,000 participantes.
El objetivo del festival siempre fue promover la unidad cultural de la zona, y en la actualidad aun no ha logrado del todo su objetivo. Muchos habitantes aun se presentan reacios a la celebración del festival y aun existe cierto aire discriminatorio. Sin embargo, esto no impide la celebración, y que la gente deje de bailar.