El arte de empacar para un viaje
A la hora de empacar hay dos normas esenciales: Uno, no transportes ningún elemento prohibido. Dos, no lleves algo que sea innecesario. Frente a lo primero no hay mayor discusión. Simplemente debes informarte en el aeropuerto, la aerolínea o la agencia de viajes sobre los objetos que están vetados. Pueden incluir envases de vidrio, navajas o productos químicos. Ellos te informarán.
Lo segundo sí suele ser un dolor de cabeza para los viajeros. Parece que no puedes deshacerte de nada. Una chaqueta más, por si hace frío. Un traje elegante, para una posible cena de lujo. Zapatos de todos los estilos para diferentes ocasiones… Cuando menos te das cuenta ya tienes empacadas varias maletas y aún no terminas. La regla de oro es acudir a tu sentido práctico. Aquí te damos algunos consejos.
Vestuario esencial
- Lo primero es que hagas una buena elección de colores. Prefiere los tonos neutros y selecciona prendas que combinen entre sí de diversas maneras. No olvides los llamados “básicos” (negro, blanco, azul, gris y camel) que siempre complementan cualquier atuendo sin problema.
- El segundo factor en el que debes pensar es el tipo de tela. Mejor que elijas textiles suaves, que no se arruguen y sequen rápidamente. No imaginas cuánto tiempo y cuántas incomodidades te puedes ahorrar con eso.
- Accesorios flexibles y fáciles de empacar. Este tipo de elementos son muy prácticos para transformar y dar color a cualquier atuendo. Por eso es importante que lleves unos cuantos, pero cuidando que se trate de objetos fáciles de acomodar en la maleta. Las chalinas, cinturones, bufandas y corbatas son muy aconsejables.
- Cuidado con la ropa para el frío. No caigas en la tentación de empacar un pesado suéter de lana o algún abrigo que no te deje espacio para nada más. Escoge prendas de lana ultraliviana o elaborada con telas térmicas. El abrigo mejor lo llevas puesto. No olvides un impermeable ligero, que suele ser muy funcional.
Los zapatos
- Lo más aconsejable es llevar solamente dos pares de zapatos. Uno de ellos, pesado, debes llevarlo puesto. El otro, liviano, lo empacas en la maleta.
- Las botas son muy prácticas. Si el estilo es adecuado, van bien con ropa de calle y con un look para la noche. Lo recomendable es que sean negras o de un tono oscuro para que no tengas problema con las combinaciones. También puedes elegir otro tipo de zapatos, siempre cuidando que mantengan esa doble función.
- No dejes de llevar unas zapatillas. Son ideales para las caminatas y para usar con ropa deportiva. Es altamente probable que llegues a necesitarlas durante tu viaje.
- Evita los zapatos con cordones, muchos adornos o cierres complicados. Entre menos aditamentos tengan, más prácticos para ti y menos posibilidades de que te jueguen una mala pasada como atorarse o estropearse.
Artículos innecesarios
- Evita cualquier elemento que puedas encontrar en el hotel o el lugar a donde llegues. No vayas a llevar toallas, lonas para playa o artículos similares, cuando sabes perfectamene que en tu sitio de destino los encontrarás con facilidad.
- Evita llevar objetos muy valiosos como joyas o sofisticados dispositivos electrónicos. El sólo hecho de cuidarlos te generará una tensión que no necesitas. A menos que sea indispensable portarlos, es preferible que los dejes en casa.
- Distribuye en distintas modalidades el dinero que vayas a llevar y siempre consérvalo en el equipaje de mano. Utiliza dinero en efectivo, tarjeta débito y tarjeta de crédito, según necesites. Los cheques de viajero también son una buena opción. Esta medida, además de darte mayor seguridad, facilita la administración de tus recursos.