Visita a la catedral de Santa María de Sevilla, España
Pocas catedrales en el mundo evocan tanta majestuosidad como la enorme catedral de Santa María de Sevilla, la catedral gótica más grande del mundo. Sus dimensiones no son sólo físicas, sino también artísticas, culturales y espirituales. Es un monumento fundacional de la herencia cultural de España y todo un logro comunitario de la bella ciudad de Sevilla.
La catedral de Santa María de Sevilla se encuentra en el centro de esta ciudad española, en el lado este del río Guadalquivir, entre la calle Fray Ceferino González en el sur y la calle Alemanes en el norte.
La catedral fue consagrada en el año 1507, después de más de 100 años de construcción. La obra inició posiblemente a inicios del siglo XV, cuando se proyectó una catedral majestuosa de estilo gótico. La obra pasó de manos entre diferentes encargados de su construcción hasta que finalmente se realizó la consagración de la catedral. La iglesia continuó recibiendo añadidos, y por eso presenta algunos elementos de estilo renacentista, barroco y neogótico.
Al ubicarse en el exterior de la catedral, se pueden apreciar diferentes entradas, cada una con su respectivo encanto de acuerdo a la fecha en que fue construida. Por ejemplo, en el lado oeste tenemos la portada del Bautismo, que se construyó el siglo XV, de original estilo gótico. Junto a esta se encuentra la portada de la Asunción en su posición céntrica, la cual no fue decorada hasta el siglo XIX, cuando se le añadieron relieves que representa a los apóstoles. Al otro lado de la portada de la Asunción está la portada de San Miguel, también conocida como del Nacimiento, realizada en el siglo XV. En el lado sur nos encontramos con la fascinante puerta de San Cristóbal, que resalta por su estilo neogótico y que fue realizada entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Al caminar por el lado este de la catedral nos encontramos con uno de los elementos que más sobresale por su altura, la famosa torre de la Giralda. Con sus 104 m de altura, la torre funciona como un campanario. Si bien las bases de esta estructura se pusieron en el siglo XII, las campanas no fueron añadidas hasta siglo XVI, al igual que su estatua. Otro de los elementos externos de la catedral es el patio de los Naranjos, con varias hileras de estos arbustos que le dan un carácter especial a la construcción.
El interior de la catedral es tan espectacular como el exterior, pero con un aire más introspectivo. El elemento más depurado que se puede encontrar dentro de la catedral es quizás el renombrado Retablo Mayor, un espectáculo artístico sinigual, diseñado en 1482 y finalizado en 1564. Este retablo es considerado por muchos el más grandioso del mundo cristiano.
En la catedral de Sevilla también se encuentra la tumba de Cristóbal Colón, donde se indica que fueron trasladados sus restos después de que la isla de Cuba obtuvo su independencia de España. En la escultura de la tumba, cuatro hombres llevan el féretro del famoso navegante, representando los reinos españoles de Castilla, León, Navarra y Aragón.
Como una de las mayores obras y atractivos de Sevilla, una visita a la catedral de Santa María debería estar incluida en cualquier viaje a esta maravillosa ciudad andaluza.