La ciudad de Roma, un viaje hacia el pasado
La ciudad de Roma es conocida popularmente como “La ciudad eterna”, esto se debe principalmente al hecho de parecer que en ella el tiempo se hubiese detenido desde hace miles de años. Los monumentos y ‘ruinas’ de los que en antaño fueron imponentes e importantes edificios, hacen que su tránsito por las calles se transforme en un maravilloso viaje en el tiempo hasta la época de su máximo esplendor.
Roma es una ciudad tan espectacular que atrae visitantes de todos los lugares del mundo, para que estos puedan contemplar absortos sus monumentos y restos arqueológicos de la Antigüedad.
La misma ciudad de Roma es un espectacular museo que se puede apreciar al aire libre, por esta razón te traemos dos lugares que por nada del mundo puedes perderte al ir de viaje a la ciudad eterna.
Coliseo de Roma
El Coliseo es una fantástica construcción con más de dos mil (2.000) años de antigüedad y es el símbolo por excelencia de Roma. Su visita es un viaje directo hacia el pasado, donde se puede descubrir cómo era la antigua sociedad romana.
Se erigió en el año 72 cuando Roma se encontraba bajo el régimen de Vespasiano, y finalmente se estableció en el año 80 durante el mandato de Tito. Cuando se finalizó la construcción, el Coliseo se transformó en el anfieatro más grande de todo el Imperio Romano.
Este lugar en otrora permitió que más de cincuenta mil personas (50.000) disfrutaran de diversos espectáculos, entre estos se hallaban la presentación de animales exóticos, las ejecuciones de los presioneros, las recreaciones de diversas batallas importantes y sobretodo, la más destacada de todas, las peleas de los gladiadores. Todos estos espectáculos fueron parte de la vida diaria de los romanos durante muchos años.
Lastimosamente, después del siglo XV el Coliseo fue víctima de robos, terremotos y hasta bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. El lugar, y su gran instinto de supervivencia, hicieron que se utilizara por muchas décadas como almacén, cementerio e iglesia.
En la actualidad es el mayor punto de interés de los turistas, muchos de ellos pagan cada año por ver la arena. En él también se encuentra un museo dedicado especialmente al Eros, un dios griego.
Panteón de Agripa
El Panteón de Agripa es conocido también como El Panteón de Roma, es una gran obra de arquitectura de la capital italiana y el mejor edificio que se conserva hoy en día de la antigua Roma.
Este edificio se construyó en la época de Adriano, aproximadamente en el año 126 d.C.; el nombre de Agripa lo toma porque allí anteriormente se encontraba el Panteón de Agripa, construido en el año 27 a.C. que se destruyó por un incendio en el año 80 d.C.
Su gran conservación en la actualidad se debe principalmente al ser donado al papa Bonifacio IV en el siglo VII, el cual lo transformó en una portentosa iglesia. En su interior hay varias tumbas de gran cantidad de reyes italianos y muchísimas obras de arte. Uno de los más conocidos que se encuentran enterrados en este lugar es el pintor y arquitecto de la época renacentista, Rafael.