La ciudad de Rabat, en Marruecos: capital moderna e histórica
Marruecos se extiende por toda la “esquina” del norte de África, y está separada de Europa tan sólo por el estrecho de Gibraltar, sin embargo, visitarlo representa un salto cultural sorprendente. Condenado a un reducido paradigma de un país viejo y lleno de comerciantes de exóticos productos de Medio Oriente, Marruecos en realidad puede llegar a ser muy moderna y más profunda.
La ciudad de Rabat es la capital de Marruecos desde mediados del siglo XX, y desde sus increíbles costas bañadas por las aguas del Atlántico, pasando por sus antiguos edificios, muros y fortalezas que datan el siglo XII, llegando hasta los edificios más contemporáneos, se puede encontrar mucha historia – que a su vez está casi quirúrgicamente separada de la modernidad de la ciudad. Fue declarada patrimonio de la humanidad como una “Capital moderna y ciudad histórica”. La ciudad de Rebat nos podrá parecer muy exótica y hasta rara, pero más que eso, podríamos decir es simplemente desconocida.
Rabat se convirtió en la capital de Marruecos hasta que se logró la independencia de Francia en el año 1956, pero ya era una ciudad importante para la región desdés el año mil. La ciudad comenzó como un campamento fortificado construido por el sultán almohade Abd Al-Mumin. Jugó un papel fundamental para las campañas bélicas en la península Ibérica, llegando a ser conocido como el “Campamento de la Victoria” (Ribat al-Fath). Más tarde, el visionario nieto de Al-Mumin imaginó y comenzó la construcción de una gran ciudad de 400 hectáreas redonda de murallas, fortificaciones y donde debía construirse una mezquita de 400 columnas. El visionario proyecto en su mayoría se quedó en la imaginación con la muerte del nieto de Al-Mumin
Prácticamente abandonada, la ciudad de Rabat fue luego conquistada e incendiad. Volvió a tomar relevancia cuando miles de refugiados expulsados de España la repoblaran en 1610. Siglos pasaron, hasta la época del protectorado de Marruecos, el cual era controlado por Francia. Fue en este periodo en el que se inició uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos y grandes de África durante el siglo XX. La principal herencia de esta época es introducir la ciudad a la modernidad occidental.
El turismo en la ciudad de Rabat
La ciudad de Rabat no es un buen lugar para disfrutar de la vida nocturna, y si hablamos de naturaleza, lo único que realmente destacable es el Jardín d’Essais construido con un estilo árabe-musulmán con influencias francesas.
Sin embargo, Rabat es una ciudad de cultura y riqueza arquitectónica de diversas épocas. Empezado por el centro histórico de Marruecos, La Kasbah o Fortaleza de los Udaia es el antiguo “Campamento de victoria” de los tiempos de Abd Al-Mumin. Sus estrechas calles y casas al mejor estilo mediterráneo, nos devuelven a un pasado maravilloso que se puedes disfrutar con un té y pasta.
Luego, tenemos la antigua torre de Hassan, lo único que el nieto de Al-Mumin pudo concretar de su ambicioso proyecto, y se encuentran rodeadas de columnas que debieron convertirse en el templo islámico de mayor tamaño del mundo. Se conserva este monumento como el símbolo de Rabat.
La parte más moderna de la ciudad de Rabat, es un complejo diseño urbanístico que incluye el Palacio Real, los edificios gubernamentales, residenciales, comerciales, y el Jardín d’Essais, parque y jardín botánico a la vez.
Finalmente, tenemos las hermosas playas del Atlántico. Son muy visitadas por los turistas, y son el sitio perfecto para refrescarse durante el día. Si desean acabar un día a la perfección, recomendamos visitar la playa de Skhirat al caer el sol, y presenciar las hermosas luces de los botes sobre el mar.