La belleza y serenidad de los jardines zen japoneses
Uno de los aspectos más estéticos e interesantes de la cultura japonesa es la realización de los jardines zen, reconocidos a nivel mundial como un elemento característico de Japón. Su importancia también se deriva de su uso para la meditación, elemento heredado del budismo zen. Te presentamos a continuación imágenes que representan la belleza de estas obras que mezclan elementos como arbustos, musgo, piedras y agua.
Esta modalidad de hacer jardines recibió en sus inicios influencia de China, pero fue en la ciudad japonesa de Kioto, entre los siglos XIV y XV, donde el jardín zen se desarrolló como lo conocemos ahora.
Grava, arena y agua
Estos tres elementos son ampliamente utilizados en el jardín zen, cada uno con su propia simbología. El agua simboliza la fuente de vida, y se le puede añadir incluso peces para dotarla de más vida y movimiento.
Curiosamente, la grava y la arena son usadas para representar también el agua y sus corrientes. El uso de estos materiales para ese último fin requiere gran habilidad, pues se debe tomar en cuenta los patrones en que se mueve el agua. Con la grava y otras rocas también se pueden representar montañas y ríos, con los que se alcanza la representación de los viajes y los caminos de la vida.
Plantas y musgo
Las plantas y los arbustos que se utilizan en el jardín zen, además de brindar belleza, también representan diferentes conceptos culturales de Japón. Con el cambio de estaciones, las plantas modifican su aspecto y transforman el jardín con el paso de los meses. El musgo generalmente aparece de forma natural entre las plantas y las rocas.
Cuando visitamos un destino, conocer el significado de las costumbres y tradiciones del lugar hace que apreciamos mejor su cultura y disfrutemos aún más nuestra estadía. Esperamos que esta pequeña muestra del jardín zen japonés cumpla esa función cuando visites Japón, o por lo menos para que lo apliques en tu hogar y le pongas ese toque del Lejano Oriente a tu jardín.
