Izola, maravilla del Adriático
Izola representa lo mejor de Eslovenia y el mar Adriático. Su nombre proviene de la palabra italiana isola, que significa isla, aunque esta encantadora ciudad se encuentra actualmente en una pequeña península.
El hermoso casco histórico que corona la ciudad en su centro está rodeado de formidables suburbios y una fantástica campiña, mientras que una bella marina dibuja el paisaje con decenas de yates blancos en medio del azul del mar. Todo esto se suma a su acogedor clima: con veranos cálidos, inviernos moderados y muchos días de sol.
El origen de la ciudad es bastante remoto, pero adquirió importancia después del siglo VII, tanto así que fue conquistada por la vecina Venecia en el siglo IX, bajo cuya autoridad se mantuvo por siglos. Durante el dominio napoleónico, los muros medievales de esta ciudad de pescadores fueron derribados y usados para unir la isla con la costa principal. Después de estar en manos de otras potencias europeas, la ciudad fue asignada a Eslovenia. Actualmente, Izola tiene alrededor de 15 mil habitantes, la mayoría de ellos de habla eslovena, con algunas minorías como la croata y la italiana.
Joyas arquitectónicas únicas
El fascinante casco histórico de la ciudad está dominado por bellos tejados rojos que cubren las paredes blancas de sus viejos edificios. Una de estas joyas arquitectónicas es la iglesia de San Mauro, construida en el siglo XVI, cuya torre destaca de la mayoría de construcciones. También es digno de admirar el palacio Besenghi degli Ughi, de espectacular estilo barroco, construido en la segunda mitad del siglo XVIII.
En tu visita a Izola también encontrarás museos, galerías de arte y otras actividades culturales para que descubras la enorme tradición cultural de este hermoso poblado, que revela la influencia adquirida de otras regiones y culturas vecinas.
Paseos a caballo o en bote
Dos de las actividades favoritas de los visitantes son los paseos a caballo en las hermosas áreas campestres que rodeas la ciudad y los viajes en bote para tener una maravillosa vista de la costa. Si te diriges hacia las diferentes granjas en las afueras del poblado, podrás rentar caballos y desplazarte en medio de espectaculares colinas y cultivos. Allí podrás también degustar especialidades como el aceite de oliva y los vinos locales. Debido a su influencia italiana, Izola también se enorgullece de sus prestigiosas variedades de pizza, definitivamente un agasajo que le deberías dar a tu paladar.
Izola es una urbe pequeña y tranquila con muchos tesoros por ser redescubiertos. Visitarla equivale a unas estupendas vacaciones que involucran los buenos placeres de la vida en combinación con las maravillas de los viajes culturales.