El Vaticano, corazón de la cristiandad
El Vaticano es el estado más pequeño de todo el continente europeo, cuenta solamente con 0,44 kilómetros cuadrados y sus habitantes no superan la cifra de las 1.000 personas. Por esta razón al ser un espacio tan reducido y limitado solamente se encuentra la residencia del Papa.
La independencia de esta sede se declaró el 11 de febrero del año 1929 bajo un grupo de pactos llamados Pactos de Letrán. Asimismo, en El Vaticano hay tres lugares que por ninguna razón pueden perderse: La Plaza de San Pedro, La Basílica de San Pedro y los Museos Vaticanos.
La Plaza de San Pedro
La Plaza de San Pedro es considerada una de las más hermosas y grandes de todo el mundo. Sus dimensiones son de 320 metros de longitud por 240 metros de anchura. En las celebraciones eucarísticas y diversos acontecimientos importantes sucedidos, la Plaza ha logrado albergar a más de 300.000 personas.
Su construcción inició aproximadamente a mediados del siglo XVII (1656) y finalizó en el mismo siglo, once años después (1667). Su creador fue Bernini, quien obtuvo la ayuda del papa Alejandro XII.
Una de las cosas más fabulosas e impresionantes de toda la plaza, son las 284 columnas y 88 pilastras que se encargan de ‘bordear’ el lugar. Asimismo, en lo alto de estas columnas se encuentran 140 estatuas de varios santos hechos por discípulos de Bernini. El obelisco del centro de la plaza, el cual cuenta con 25 metros de altura, se llevó en el año 1586 desde Egipto.
La Basílica de San Pedro
La Basílica de San Pedro en su interior posee a la Santa Sede, el cual por obvias razones es el templo religioso más importante del mundo católico. Desde acá el papa celebra las liturgias más importantes.
Esta basílica se construyó en el año 1506 y se terminó en el año 1626, En la construcción participaron grandes arquitectos, entre ellos: Miguel Ángel, Bramante y Carlo Maderno.
El origen del nombre se debe principalmente a que San Pedro fue el primer papa de toda la historia. Su cuerpo se encuentra enterrado en la basílica. La capacidad de la basílica ronda por las 20.000 personas.
En su cúpula se encuentra una de las obras que más llama la atención de todas las personas, La creación de Adán, la cual se inició gracias a Miguel Ángel y finalmente Carlo Maderno la terminó en 1614.
Museos del Vaticano
Los orígenes de los museos se centran en el año 1503, cuando el Papa Julio II donó su colección privada; desde ese entonces cualquier familia o Papa ha ayudado para convertir esta colección en una de las más grandes de todo el mundo.
Estos museos reciben cerca de 4 millones de visitas anuales.